El cuarto tiempo de la memoria
Con una frase rotunda —«Giaveno no es Combray»— da inicio a sus memorias Graziella Pogolotti, y, en efecto, la pequeña aldea de los Alpes donde transcurrieron los mejores días de su infancia no es el paraíso perdido,
evocado con una visión totalizadora por Marcel Proust.
La temporalidad de los recuerdos, que aúnan el pasado
con el presente, y aún con las imágenes del porvenir,
proyectadas por la imaginación hacia un futuro que ya
participa del ahora, es un tiempo otro, diferente, donde
convergen y se entremezclan muy diversas coordenadas
temporales…