
La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos demostró, una vez más, que no hay nada seguro en la política de ese país hacia Cuba y que los cambios de presidentes y de los cargos claves que tienen algún peso en la formulación de la política exterior, sobre todo para Cuba y América Latina, pueden incidir de manera decisiva en las relaciones bilaterales entre ambos países. Esto es así por la permanencia de las leyes del...