Hace casi 8 años, en una nota publicada en Cubadebate acerca de Último Jueves, apuntaba lo siguiente:
«Antes de adelantar juicios sobre lo que es un debate de Último Jueves, lo mejor es presenciarlo, ya que cualquier cubano o visitante extranjero puede hacerlo –la entrada es libre. En su defecto, para informarse sobre su contenido, se pueden leer las transcripciones recogidas en cada número de la revista disponibles en librerías en cada provincia del país y accesibles mediante suscripción, o en las recopilaciones de Último Jueves. Los debates de Temas. Por estos medios impresos se han difundido más de 100 debates, desde 2002 hasta el presente [2014]. Pero si el interesado quiere verlos, estos debates se han editado en video, en formato de DVD, en cinco volúmenes, también accesibles en el mercado nacional. «
«Algunos datos primarios sobre los debates de Último Jueves pueden contribuir al rigor de la información disponible, en beneficio de lectores dentro y fuera de la isla, y de las personas de buena fe interesadas en Cuba.»
«En los últimos 25 Último Jueves (mayo 2012-octubre 2014), han participado 95 panelistas. Entre ellos, se cuentan 37 académicos, 18 funcionarios, 7 periodistas, 6 artistas y 27 practicantes (es decir, personas dedicadas al ejercicio de una actividad concreta relacionada con el tema: ONG, creadores, religiosos, comunicadores, emprendedores, maestros, etc.). Los asistentes habituales a las sesiones de los jueves saben que no se trata de un debate académico, ni de una tribuna política o una catarsis colectiva; sino de un intercambio de conocimientos y perspectivas, en particular, con un auditorio muy polémico, caracterizado por expresar los más variados criterios y cuestionamientos.»
«En cuántos países se reúnen mensualmente entre 100 y 200 asistentes, no solo intelectuales y estudiantes universitarios, sino gente de a pie, viejos y jóvenes, de diversos colores, sexos y preferencias ideológicas, incluidos visitantes extranjeros, a discutir sobre temas como valores en crisis, roles políticos de las iglesias, cultura ciudadana, cooperativas, problemas constitucionales y monetarios, ingreso, educación de los dirigentes, opinión pública, formación del gusto, participación local, papel de los sindicatos, estado de derecho, preservación del patrimonio, seguridad nacional.»
«También me pregunto si la calidad y alcance de los debates que instituciones de otros países organizan sobre un tema cualquiera se mide por la presencia en ellos de todo el espectro ideológico realmente existente, o por su capacidad para incidir en la política nacional, o por su reproducción en los grandes medios de comunicación. Con ese rasero, muy pocos debates, conferencias internacionales, paneles o libros podrían considerarse válidos o representativos de una agenda pública.»
«A lo largo de 13 años, Último Jueves se ha podido mantener, a pesar de algunas estridencias e incomprensiones, gracias al respaldo institucional, y sobre todo a la participación de colaboradores y asistentes, que lo han apoyado por su utilidad como espacio para el intercambio de ideas, así como al reconocimiento de sus lectores en zonas muy diversas de la sociedad cubana real, sin excluir el PCC y las iglesias. Ahora que se aproxima a su edición número 130, vale la pena registrarlo.»
El número de debates ha alcanzado hoy la cifra de 215. A pesar de la Covid, no se interrumpieron a lo largo de 2020 y 2021, por grupo de Whatsapp primero, y luego de Telegram. La modalidad a distancia ha traído panelistas y participantes desde Europa, EEUU, América Latina y el Caribe, así como de diversas provincias cubanas (Guantánamo, Santiago, Granma, Cienfuegos, Villaclara), desde una finca de café en la sierra del Escambray hasta una cooperativa de Camajuaní, pasando por universidades en Bayamo y Pinar del Rio.
Al reanudarlos este año 2022 en su nuevo «formato híbrido» (presencial y por Telegram), procuramos recuperar el nivel de participación del auditorio, que aporta la otra mitad del debate. Por ejemplo, en el Último Jueves de junio, además de los tres panelistas, intervinieron 12 asistentes presenciales o por Telegram. Si bien su amplitud no se mide solo, ni principalmente, por la cantidad, sino por la calidad de las intervenciones, y en particular, por el componente básico de los Último Jueves: sus diferencias y carácter polémico.
Como ejemplos de esta condición, podrían citarse los paneles compartidos por el ex-asesor de la Administración Clinton y artífice de la Cumbre de las Américas, Richard Feinberg, y la directora de negocios y consultoría del MINCEX, Elvira Castro; el activista político John McAuliff y el embajador Herminio López; la periodista Marina Menéndez y el corresponsal de CNN Patrick Opmann; el economista de UNESCO Pedro Monreal y el director en el Ministerio de Finanzas Silvio Gutiérrez; el profesor Arturo López-Levy y la periodista Cristina Escobar.
Naturalmente, las diferencias de enfoques en un panel no dependen de dónde viven los panelistas. Estas visiones opuestas han reunido en un mismo debate al viceministro de Cultura Fernando Rojas y el escritor Eduardo del Llano; a Daylin Pérez de la Rosa, directora en Joven Club, y la emprendedora digital Katia Sánchez; el novelista Leonardo Padura y el juez Armando Torres.
Los temas de discusión de los Último Jueves son todos. Iroel Sánchez, Aurelio Alonso y Elvira Díaz-Vallina debatieron sobre el legado de Fidel; Oniel Díaz Castellanos, Juan Carlos Albizu-Campos, José Luis Rodriguez sobre los grupos de altos ingresos; Ileana Sorolla y Marta Deus sobre la migración; John McAuliff y José Arbesú sobre las relaciones EEUU-Cuba.
Aunque siempre participan investigadores, no son paneles académicos. Sobre aspectos de las relaciones y la subjetividad social nos han acompañado el padre Ariel Suárez, el babalawo Alejandro Águila, la teóloga Kirenia Criado, el coordinador de movimientos sociales Joel Suárez; los abogados cubanoamericanos John de León y Emilio Cueto han comentado sobre prácticas de los derechos humanos; sobre cuestiones de literatura, los escritores Pedro Juan Gutiérrez, Mirta Yáñez, Jesús David Curbelo.
También invitamos siempre a expertos, funcionarios o diriegentes de organismos e instituciones. Entre otros, hemos contado con las visiones de diputados y diputadas a la Asamblea Nacional, dirigentes de la UJC, embajadores, directivos de la CTC y el PCC, del MinCom, MinTrab, MinCult, profesores del Colegio de la Defensa y de la UCI, la Comisión Nacional de Lineamientos, el MEP, el CITMA.
De manera que la presencia de puntos de vista contrastantes y opuestos no ha sido una excepción, un hecho fortuito o sorpresivo, o un resbalón, sino parte normal de estos paneles. En otras palabras, lo que les ha dado sentido desde el principio, y la motivación para el público y los lectores de Temas, que han podido escuchar un debate en estereo y a un mismo nivel, en lugar de coros que monologan por separado, o aquelarres que atraviesan las redes, y que nada tienen que ver con el debate de ideas.
Con el pie forzado de la pandemia, tuvimos que ir aprendiendo a domesticar las nuevas tecnologías, para fortalecer su alcance y diversidad, más allá de nuestra sede habanera. En busca de esa mayor conectividad, esperamos poner a disposición de la mayoría estos debates mensuales, que cumplieron 20 años en febrero pasado, para contribuir al ejercicio de pensar más allá, como le gustaba decir a Fernando Martí Heredia, quien nos acompañó desde el primer panel.
Entrando en la segunda mitad de 2022, invitamos a nuestros fieles a no abandonarnos, y a los que no nos conocen a ser parte de estos debates dentro y fuera. Los temas que vienen en los próximos meses no son para menos: cómo ganarle a la pobreza, revolucionar culturalmente la política, actualizar la atención primaria en salud, practicar los derechos humanos.
La entrada es libre y la vestimenta informal. Los esperamos.
muy buenas tocayo, quisiera ne ayudará a encontrar el número de la revista que trato hace unos años el tema de la Zafra de los 10 millones de 1070, en cuyo debate participé y no tengo nada al respecto.
Saludos y gracias
Rafael