El artículo analiza los procesos de reorganización territorial y administrativa emprendidos en las provincias cubanas de Artemisa y Mayabeque como parte de los experimentos de reforma del Estado iniciados tras los Lineamientos de la política económica y social. A partir de referentes teóricos sobre descentralización y desconcentración, la autora evalúa en qué medida las transformaciones implementadas han modificado el equilibrio de poder intergubernamental y fortalecido la autonomía municipal. El estudio muestra que, aunque se han producido avances en la racionalización administrativa, la separación de funciones estatales y empresariales y cierta ampliación de capacidades fiscales, los cambios responden mayormente a esquemas de desconcentración antes que a una descentralización efectiva. Persisten ambigüedades en la definición de competencias, limitaciones en el acceso a recursos, baja autonomía decisional y escasa participación ciudadana, lo que restringe el potencial de los municipios para impulsar un desarrollo territorial sostenible.