La era contemporánea es testigo del resurgir de corrientes ideológicas que constituyen un peligro para la propia supervivencia humana; solo cabría mencionar el fascismo, el sionismo y la xenofobia como expresión del neofascismo imperante en un mundo que se debate entre la lógica del individualismo y la solidaridad mediada por las guerras convencionales y las llamadas de cuarta generación. En este contexto las juventudes desempeñan un papel primordial en el afán de encontrar los posibles escenarios de luchas populares como bloque contrahegemónico en la disputa por la dominación de los imaginarios sociales. El artículo es resultado de la ponencia expuesta en el marco del Segundo Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda, y tiene como objetivo abordar el papel de las juventudes dentro de las izquierdas, así como las acciones y estrategias que de ellas se derivan.

El artículo estudia la presencia y características del fascismo, el nazismo y el falangismo en Cuba durante la década de 1930 y comienzos de los años 40, en el contexto de la apertura democrática impulsada por Fulgencio Batista y la polarización ideológica internacional. A partir del análisis comparado de la Legión Nacional Revolucionaria Sindicalista, la Asociación Partido Nazi Cubano y la Falange Española Tradicionalista, la autora examina sus programas, bases sociales, discursos y prácticas políticas, así como su relación con el Estado cubano y el impacto real de estas organizaciones en la sociedad. El texto concluye que, aunque estos movimientos fueron minoritarios y de escasa capacidad de movilización, su relevancia histórica estuvo determinada por la coyuntura internacional, el anticomunismo, la influencia simbólica del fascismo europeo y la reacción política y jurídica que suscitaron en defensa del orden democrático.