martes, 03-12-2024
Profesor emérito de Historia en la Universidad de Texas en Austin. Ha investigado y escrito libros sobre la historia colonial latinoamericana, la expansión económica de Argentina a principios del siglo XIX, los inicios de la industria petrolera mexicana, una breve historia de Argentina y la Revolución cubana de los años 60.
En el presente artículo se examinan dos asuntos: las razones por las cuales el gobierno de los Estados Unidos apoyó en forma encubierta a la contrarrevolución cubana y por qué esa política se tornó contraproducente. El gobierno toleró y, en algunos casos, pagó a los emigrados contrarrevolucionarios debido a que, a raíz de la invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961, los dirigentes políticos norteamericanos no habían ideado otra política factible para derrocar el régimen comunista de Fidel Castro. Los exiliados cubanos llenaron este vacío político.
Revista Temas: 55. Sección
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