Pensar la dimensión republicana del populismo implica revertir uno de los prejuicios más arraigados del pensamiento político actual: que el populismo se encuentra en las antípodas de las instituciones y el derecho. Más aún, esta afirmación suele venir acompañada de la acusación de que será el responsable de destruir las instituciones al reemplazarlas por la figura decisora de un líder demagogo y manipulador. Se crea así una maniquea oposición entre una política que vendría a ser puramente decisional (líder) y otra puramente institucional (procedimiento), como si el ámbito de la primera excluyera de manera constitutiva la dimensión institucional de las repúblicas...
...Revista Temas: 108-109. Sección
- Luciana Cadahia