sábado, 23-11-2024
"Desde la década pasada, la sociedad civil, un concepto del pensamiento político clásico, comenzó a utilizarse extensamente, no solo en la teoría política latinoamericana, sino también en el lenguaje político común. Se trata de un fenómeno que tiene conexiones internacionales más vastas, y que se asocia a los llamados procesos de globalización y de transnacionalización económica. El concepto, en su uso recurrente, se presenta con imprecisiones y ambigüedades, como resultado de su polivalencia y de sus significados a veces excluyentes entre sí. El propósito de este texto no es discutir esos desacuerdos, ni siquiera proponer una definición que enmarque el concepto, sino tratar de identificar a qué se hace referencia, en Cuba, cuando se habla de sociedad civil..."
"El concepto de sociedad civil es instrumento no solo de análisis, sino también de proyecto. Es decir, se construye y se utiliza desde una determinada intencionalidad. No solo para fundamentar y legitimar (o no) un cierto estado de cosas, sino también para enunciar y describir un ideal social que funciona como horizonte de referencia. Una clase o grupo social puede ejercer su dominio sobre el conjunto social porque es capaz no solo de imponer, sino de hacer aceptar como legítimo ese dominio por los demás grupos sociales. El componente esencial de esa hegemonía es precisamente la sociedad civil, entendida como el espacio donde se producen y difunden las representaciones ideológicas..."
“La expresión «sociedad civil» ha devenido moneda corriente en la dinámica social contemporánea, en los medios de comunicación y en los actores de la política. Con frecuencia asociada, sin más, con la democracia, hay incluso cierto mesianismo implícito en muchos de los usos actuales del término, que recuerdan el papel emancipador asignado alguna vez a la razón, el mercado, el proletariado, el pueblo... La generalización del uso está acompañada por una marcada vaguedad. En algunos casos simple sinónimo de lo social, en otros apuntando a algunos actores específicos, en otros más aludiendo de manera dicotómica a todo lo que no es Estado, a veces como una especie de equivalente más o menos sofisticado de lo que antes se llamaba «opinión pública»…”
El propósito de este panel es, tomando como referentes los conceptos y el enfoque teórico de Antonio Gramsci, examinar la problemática de la hegemonía y la sociedad civil en el contexto contemporáneo. Aprovechando la presencia de participantes cubanos e italianos, se trata de analizar la cuestión --central en el pensamiento gramsciano-- de los modos de subvertir la hegemonía del capitalismo y de la burguesía, desde la perspectiva de dos contextos nacionales muy diferentes. Partir de Gramsci no tiene la intención de hacer una arqueología del saber, sino plantearnos qué nos puede decir su pensamiento a los cubanos y a los italianos en esa confrontación global.
“Trazar un mapa aproximado de lo que se piensa en Cuba sobre sociedad civil, es el propósito fundamental de la serie de entrevistas. El interés de reunir estas «ideas de otros» sobre este tema, reside en primer lugar en sistematizar el pensamiento cubano en torno a él, y brindar una noción más o menos global de los senderos por los que transita el debate en Cuba; y, en segundo lugar, para que a través de la fisonomía de dossier de estas entrevistas se facilite la posibilidad de hacer lecturas comparativas, visualizar coincidencias y discrepancias, y reflexionar sobre otros posibles rumbos de análisis en torno a la sociedad civil…”
¿En qué medida los acontecimientos de 1898 tuvieron una significación trascendente para nuestra sociedad o fueron simplemente sucesos políticos que no cambiaron, en lo fundamental, el proceso que se venía produciendo? Esta pregunta solo encontrará respuesta en la medida en que se analice la historia profunda de la sociedad cubana durante los años precedentes. Este trabajo abordará algunos aspectos del contexto social a finales del siglo XIX cubano. No pretende arribar a versiones terminadas, sino solo mostrar algunas de las múltiples complejidades por las que esa sociedad debió atravesar.
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2000, en la modalidad de Ciencias sociales)
“Con frecuencia, defendemos o cuestionamos el carácter legítimo de una institución, o de cualquier acción que se derive de ella, sin tener definido por anticipado qué entendemos por legitimidad, y este déficit se hace notar en arbitrariedades e incoherencias. ¿Por qué pensamos que unas instituciones son legítimas y otras no? ¿Qué legitima a unas instituciones y no a otras? ¿A partir de qué criterios legitimamos? ¿Quién o quiénes legitiman dentro del sistema social? Estas son las preguntas que motivan mis reflexiones, y que creo apuntan al centro de la cuestión…”
“El mundo contemporáneo es simultáneamente uno, diverso y desigual. Es uno, nos guste o no, por la «fuerza de las cosas», es decir, por esa potencia que caracteriza al capitalismo («el mercado», para llamarlo con el término vulgar, aproximativo y ambiguo mediante el cual el discurso dominante califica al sistema-mundo), de integrar, aunque sea en la desigualdad, a todos los pueblos de todas las regiones del mundo en un sistema dominado por una misma lógica dominante. Lo que llamamos hoy «globalización», o sea, esta integración, sin ser verdaderamente un hecho nuevo, es la expresión de esta realidad…”
(Entrevista con Gianni Vattimo, profesor de Filosofía en la Universidad de Turín, Italia)
“El lector de estas páginas se percatará de que los tópicos abordados recorren precisamente hitos importantes de su obra, que él explica y contextualiza con claridad. El entrevistado entra de frente, o apenas roza a veces, temas altamente polémicos. La presencia de estos asuntos no es un hecho fortuito, ni el resultado de la dinámica imprevisible del diálogo, sino parte esencial del propósito de esta entrevista”.
“El estudio de la historia del pensamiento lleva al análisis de los contextos concretos en que este se origina y despliega, así como su compleja diversidad. Es posible constatar la existencia de pensamientos y proyectos societarios hegemónicos, que representan formas de organización humana correspondientes a un determinado desarrollo de las fuerzas productivas. Del mismo modo, y coexistiendo con estos, se encuentran concepciones alternativas que expresan los intereses de nuevas clases emergentes, pero aún no hegemónicas, así como los enclaves y concepciones residuales del antiguo régimen. El abordaje del liberalismo, como concepción ideológica y proyecto histórico, no escapa a sus previas determinaciones, que se tornan imprescindibles para comprender el devenir de la sociedad capitalista y una nueva época histórica: la modernidad…”
“En lo que concierne a la comprensión del método lógico-dialéctico del materialismo filosófico, la conclusión de Lenin sigue siendo certera y vigente hasta el día de hoy. La cuestión rebasa con creces los límites de nuestras subjetividades individuales, de la erudición y el talento demostrados, del prestigio académico justamente ganado y reconocido. Se trata de un tema lo suficientemente complejo para haberse apagado, a merced del tiempo, en el interés de la comunidad científica. Es, por demás, una tarea digna del mejor organizado esfuerzo transdisciplinario…”
(Síntesis de dos capítulos del libro Sociedad civil y poder en Cuba. Colonia y poscolonia, Siglo XXI, Madrid, 2006).
“Después de 1898, y con más amplitud desde 1902, bajo el régimen constitucional, la posibilidad de expresar opiniones propias, de actuar e incluso desafiar el poder desde asociaciones voluntarias se amplió, venciendo hábitos y restricciones legales. Durante la primera intervención norteamericana y las dos décadas iniciales de la República, el país gozó de una amplia libertad de expresión, reunión y asociación; la prensa se desarrolló sin demasiados frenos y se multiplicó el número y la variedad de sociedades, ampliándose a los veteranos de las guerras, a las sufragistas, a las iglesias, a los trabajadores, etc. Los periódicos, las revistas, los libros, se convirtieron en portavoces e instrumentos de confrontación...”
“El desarrollo de la sociedad civil en Cuba se ha convertido en un tema bastante debatido. Para muchos, y especialmente para los grupos de derechos humanos, las organizaciones de disidentes representan su resurgimiento y un intento por parte de las autoridades cubanas de invalidarla; mientras que los de la izquierda alegan lo contrario. La cuestión va mucho más allá. En el estudio que presento se aborda el contexto del desarrollo de la sociedad civil en Cuba, a partir del surgimiento de grupos revolucionarios en su seno, a raíz de la revolución de 1959 hasta la actual oposición, auspiciada y financiada por los Estados Unidos, al gobierno comunista…”
Panel dedicado a la caracterización de la cultura política existente en Cuba después del golpe de Estado de 1952 y justo antes del 26 de julio de 1953; es decir, cuáles eran los valores, la opinión pública, las actitudes hacia los problemas de la esfera pública, el consenso, la movilización de la sociedad civil y en qué contexto internacional tenían lugar estos fenómenos.
“La explosión de la emigración-inmigración ha tomado por sorpresa a ciudadanos, funcionarios gubernamentales, demógrafos, partidos políticos e incluso sistemas sociales. Cuando se trata de analizar este fenómeno internacional, la opinión pública permanece entrampada en conceptos, modelos y supuestos del siglo XIX. No obstante, últimamente abunda la percepción de que las migraciones constituyen un componente de las políticas internacionales de los países. El impacto de las migraciones en las relaciones internacionales ha comenzado a investigarse. En menor grado, se examina el impacto de las migraciones sobre las relaciones multilaterales y los movimientos de cooperación e integración…”
YOUTUBE
TWITTER
FACEBOOK
Temas es una publicación trimestral, dedicada a la teoría y el análisis de los problemas de la cultura, la ideología y la sociedad contemporánea.
(+53) 7-838-3010(+53) 7-830-4759
temas@icaic.cu
Calle 23 #1109 e/ 8 y 10. Plaza de la Revolución. CP:10400. La Habana. Cuba