“El estudio de la historia del pensamiento lleva al análisis de los contextos concretos en que este se origina y despliega, así como su compleja diversidad. Es posible constatar la existencia de pensamientos y proyectos societarios hegemónicos, que representan formas de organización humana correspondientes a un determinado desarrollo de las fuerzas productivas. Del mismo modo, y coexistiendo con estos, se encuentran concepciones alternativas que expresan los intereses de nuevas clases emergentes, pero aún no hegemónicas, así como los enclaves y concepciones residuales del antiguo régimen. El abordaje del liberalismo, como concepción ideológica y proyecto histórico, no escapa a sus previas determinaciones, que se tornan imprescindibles para comprender el devenir de la sociedad capitalista y una nueva época histórica: la modernidad…”