“En Cuba sería prácticamente imposible hablar de la política cultural de la Revolución desde una instantánea del año 1968 —o de ningún otro momento— sin tomar en cuenta, en su integridad, la vertiente cultural de la transformación revolucionaria que se inició con el comienzo de los años 60. Dicho de otro modo, la revolución cultural, imposible de condensar en una simple etapa del proceso, es impresionante por sus aportes y cargada, a la vez, de complicaciones, de incidencias y desafíos…”
1968, movimientos sociales, políticas culturales, Cuba, Revolución cubana, cultura