“La aceptación de la libre circulación de divisas, fundamentalmente de dólares, en la Isla, ha constituido, sin lugar a dudas, la medida más polémica y controvertida de las aplicadas por el gobierno cubano en las actuales condiciones económicas, a tono con el proceso de reformas que vive el país desde la desaparición del bloque socialista europeo. La implementación de esta medida ha constituido un factor decisivo en la consolidación de las tendencias reanimativas que presenta la economía desde 1994. También ha contribuido a crear un ambiente competitivo en aquellas ramas de la economía que están participando directamente en el mercado de divisas, lo cual ha propiciado un relativo incremento del papel de la competencia y de los mecanismos de mercado en la gestión empresarial…”