Este ensayo demuestra cómo, para la gran masa de los estadounidenses, los derechos inalienables a la vida no están asegurados. Explora las formas en que la ausencia de derechos sociales como atención médica, vivienda, empleo, etc., anula la existencia superficial de los «individuales» defendidos; y muestra, en el proceso la interconexión dialéctica, cómo cada uno de ellos depende del otro para su propio cumplimiento. Argumenta que los derechos «individuales» en los Estados Unidos son de facto los del capital a acumularse libremente. Propone que solo a través del socialismo se pueden defender consistentemente los derechos sociales e individuales y, por tanto, cumplir las aspiraciones emancipadoras originales de la Declaración de Independencia.