jueves, 21-11-2024
"No espere nadie al acercarse a este texto encontrar un enjundioso panorama de la sociología cubana, condimentado con tipologías, clasificaciones, periodizaciones y taxonomías, tan del gusto sociológico, ni aderezado con conclusiones extraídas de una rigurosa prueba estadística de hipótesis..."
“En toda sociedad acontecen transformaciones que, en un momento histórico determinado, promueven cambios. Estos cambios se concretan en el transcurrir cotidiano de los grupos sociales, donde se producen y reproducen las relaciones determinantes --de orden económico, político y social-- de cualquier sociedad y, con ellas, la subjetividad de los hombres que la integran. Naturalmente, quedar en ese nivel de generalidad y abstracción teórica, resultaría insuficiente. Abordar esta temática únicamente desde la psicología social o desde la sociología no significa ignorar que su contenido y complejidad trascienden los límites de ambas disciplinas. No obstante, como a cada ciencia particular le toca ir ´haciendo camino al andar”, este tratamiento psicosocial se propone contribuir al conocimiento multidisciplinario sobre la vida cotidiana…”
“Este trabajo sugiere una colaboración interdisciplinaria entre teología y sociología, que permita a esta última aclarar algunas dimensiones o funciones de los hechos religiosos y del discurso teológico que no son siempre percibidas. Por otra parte, la teología puede ejercer, a su vez, un papel de síntesis al integrar los diversos elementos que aportan las ciencias humanas --historia, politología, sociología, antropología, ciencias jurídicas, psicología-- y una función crítica ante la reducción metodológica en un terreno particular de competencia propio de cada disciplina del saber…”
“A pesar de ser tan antiguo como la humanidad misma, el tema de las generaciones ha sido siempre muy controvertido. En el centro de las contradicciones se sitúan dos problemas: a) ¿son las generaciones grupos conformados objetivamente o necesitan para serlo tener conciencia como tales?; b) ¿son sus interrelaciones esencialmente conflictuales, por lo que el signo distintivo de la sucesión generacional es la ruptura casi permanente; o por el contrario, a pesar de aparentes desacuerdos, predomina el consenso y la imitación, que da lugar a la continuidad en la sucesión, con cambios evolutivos solo a largo plazo? Desde que el tema comenzó a ser objeto de estudio sistemático por parte de las ciencias sociales, las respuestas a estas interrogantes han variado en las distintas escuelas de pensamiento…”
“El tema de los valores aparece en la literatura a través de una extraordinaria variedad de definiciones, en las que se revela la fragmentación de las ciencias sociales, así como las diferentes posiciones teóricas y epistemológicas que convergen en el abordaje de los distintos problemas a que estas ciencias se enfrentan. En el plano empírico los valores han sido objeto de atención especialmente de la psicología y la sociología. En ambas ha resultado dominante una orientación metodológica positivista, dentro de la cual proliferan instrumentos muy diversos, con predominio de los cuantitativos, en la aspiración de traducir los valores en magnitudes que sirvan de apoyo para la medición de las diferencias individuales…”
“La familia, con justicia acusada de «desdisciplinariedad» o de «transdisciplinariedad», ha sido motivo de debate para políticos y científicos desde el siglo XIX. El saber empírico que todos los seres humanos tenemos de ella, por el simple hecho de provenir de una y fomentar otra en la edad adulta, y el hecho de que en gran medida la historia de las sociedades depende de la historia de sus familias, hacen que en torno a su estructura y destino se tejan enconadas polémicas, susceptibles de ser reducidas a dos posturas extremas: la de los que denuncian su crisis y anuncian su próxima desaparición, y la de quienes la consideran como la institución social más poderosa…”
Capítulo del libro inédito Las mujeres de la carreta [publicado en , resultado de una investigación realizada por la autora entre las obreras agrícolas del poblado de Guanímar, en la provincia de La Habana.
Aun cuando la investigación sociológica comenzó en Cuba hace apenas cien años, tiene, sin embargo, antecedentes en las obras de algunos pensadores filosóficos o estudiosos de problemas socioculturales de finales del siglo XVIII y la mitad inicial del XIX. Temas agradece a Maritza García Alonso, compañera del destacado investigador Rolando Zamora, prematuramente desaparecido, este texto suyo inédito que nos satisface poder publicar.
(Premio Temas de Ensayo 2001, en la categoría de Ciencias sociales)
“La racionalización de la sociedad moderna, en la medida que aparenta dar forma al sentido común, y la tecnificación de la vida humana, parecen dejarnos el desafío de cómo no reducirnos a una maquinaria más dentro de la cadena de sistemas cada vez más especializados y específicos en un contexto de homogeneización, uniformización y consiguiente pérdida de libertad; preocupación que permeó los intereses de la teoría crítica hace algunas décadas. De la misma manera, la racionalización de la cultura moderna deja el desafío de interrogarnos cómo puede mantenerse integrada una sociedad en un contexto de creciente fragmentación, de multiplicidad, de relativismo y pérdida de sentido…”
La crisis cubana de los años 90 trajo aparejados cambios sociales que posibilitan una redefinición del espacio y la significación de lo religioso. Desde una visión sociológica, se puede apreciar la existencia de un reavivamiento religioso, que alcanza diferentes expresiones en nuestra sociedad. Este artículo centra su atención en el significado de la religión para la sociedad cubana, a partir de los cambios acaecidos en la estructura social en el período aludido.
“El tema de la autogestión local ha ganado relevancia en los últimos tiempos. No solo porque se vincula a nuevas visiones y prácticas de las relaciones socioeconómicas, sino a la organización y la praxis políticas de la sociedad. Por supuesto, en ambos casos es enfocado con diferentes prismas teóricos, a veces contrapuestos y que van desde posiciones reformistas y conservadoras hasta perspectivas emancipatorias…”
“No vi Suite Habana en un auditorio cualquiera. La vi en compañía de colegas sociólogos, psicólogos, politólogos, educadores populares. Al final, todos estábamos emocionados y ninguno se levantó hasta el último crédito, como si las bellísimas imágenes y el sonido, recreados y resignificados por Fernando Pérez, nos recordaran dramáticamente cuán entrañable es esta ciudad y cuán ligada a ella están, irremediablemente, nuestros destinos personales. ¿Por qué esa reacción emotiva en personas entrenadas en el contacto directo con los problemas sociales, que documentan y estudian casos más agudos que los que vemos en la película, que lidian con la cotidianidad difícil, con la desesperanza y la incertidumbre como datos sociológicos?
“La obra de Fernando Pérez es una mezcla de sensibilidad y astucia literaria. Y lo hace con la solidez de las convicciones y el oficio bien aprendido. La calibración del talento artístico viene dada por el intento de una «casi» metafísica de las vidas que retrata con simbolismo abarcador y severo. Desecha las categorías sociológicas, y la laxitud que nos circunda, pero no dejó desvanecerse el credo que ostentosamente narra de principio a fin. Nada de sofisterías concede a los que con alguna presencia ornamental son asumidos con grandeza epocal. Protegido por la obediencia a una razón que a veces puede no ser razonable, este cineasta lúcido, cuyo logro ha estallado entre nosotros, nos hace inteligentes al reflexionar sobre ruinas que pueden ser prodigiosas en la relojería de la Cuba actual y su suerte histórica….”
“Metafóricamente hablando, los soviéticos eran para nosotros algo así como el hermano mayor cuyos bíceps nos hacen sentir orgullosos del parentesco, por enclenques que seamos. Cuando solo podíamos soñar con viajes al cosmos y con la energía nuclear, ellos ya los tenían. Y para los habitantes de una islita casi en el traspatio del imperio del dólar, eso vale mucho. Aunque sea, como dirían los psicólogos --¿o eran los economistas--, en forma de capital simbólico. Las huellas históricas de la presencia de la Unión Soviética en este proceso nuestro no las discute nadie. Sobre todo en los primeros años, la supervivencia de la Revolución habría sido problemática sin la mano que nos echaron…”
“En años recientes, ha ocurrido una verdadera explosión discursiva con respecto al concepto de «identidad», en el mismo momento en que ha sido sometido a una aguda crítica. ¿Cómo se explica esta paradoja? ¿A quién le hace falta continuar el debate sobre la «identidad»? Hay dos formas de responder esta pregunta. La primera es distinguir lo que hay de característico en la crítica deconstructiva a la que han sido sometidos muchos de estos conceptos esencialistas. A diferencia de las formas de crítica enfiladas a sustituir conceptos inadecuados por otros más «verdaderos», o que aspiran a producir conocimiento positivo, el enfoque deconstructivo pone conceptos claves «bajo el borrador». Esto indica que, en su forma original y no reconstruida, ya no son útiles como «herramientas para pensar»…”
Este texto propone una reflexión sobre el pensamiento de Pierre Bourdieu en dos vertientes: analizar las posturas intelectuales y políticas del sociólogo que lo afirman en un sentido polémico a partir de dos textos suyos; y exponer las condiciones en las cuales se recepciona su obra en Cuba y la utilización de sus categorías centrales en las investigaciones de los intelectuales cubanos.
“La observación de la diferenciación social como una estructuración sistemática, funcional, persistente y causal, que soporta numerosos procesos de reproducción de la sociedad, configura grupos en apariencia atrapados en una posición y constreñidos en un espacio preestablecido de opciones de vida, posibilidades de reflexión y acción, y se asocia a la distribución de recompensas, materiales y simbólicas, a la desigualdad en el acceso al bienestar y al poder que cada uno de ellos tiene, constituye uno de los objetos fundacionales de las ciencias sociales que, desde su conformación como disciplinas autónomas, hacia la segunda mitad del siglo XIX, han intentado explicar la desigualdad, entendiéndola como cualidad esencial de lo social…”
“El simple acto de viajar se inscribe dentro de los complejísimos y contradictorios problemas por los que atraviesa la humanidad. Ello, sin embargo, se aparta de las intenciones de este trabajo centrado en los imaginarios alrededor del acto de viajar hoy en Cuba. Estos manan de las condiciones de existencia, relaciones y accionar de las personas; de las prácticas, de los seres humanos, acumulables en el sentido material y simbólico. Son resultado de la coyuntura y la tradición. Es posible descubrir, en ellos, momentos contradictorios de continuidad y de ruptura...”
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Temas es una publicación trimestral, dedicada a la teoría y el análisis de los problemas de la cultura, la ideología y la sociedad contemporánea.
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