“La obra de Fernando Pérez es una mezcla de sensibilidad y astucia literaria. Y lo hace con la solidez de las convicciones y el oficio bien aprendido. La calibración del talento artístico viene dada por el intento de una «casi» metafísica de las vidas que retrata con simbolismo abarcador y severo. Desecha las categorías sociológicas, y la laxitud que nos circunda, pero no dejó desvanecerse el credo que ostentosamente narra de principio a fin. Nada de sofisterías concede a los que con alguna presencia ornamental son asumidos con grandeza epocal. Protegido por la obediencia a una razón que a veces puede no ser razonable, este cineasta lúcido, cuyo logro ha estallado entre nosotros, nos hace inteligentes al reflexionar sobre ruinas que pueden ser prodigiosas en la relojería de la Cuba actual y su suerte histórica….”