lunes, 10-02-2025
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Obama en 2014 y Biden en 2025: similitudes y diferencias al realizar cambios en la política hacia Cuba
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"Comparemos las decisiones tomadas respectivamente en 2014 y 2025. En ambos casos, las conversaciones que precedieron a ambas decisiones se realizaron en secreto, y ambos gobiernos eficazmente impidieron que se filtrara la noticia hasta momentos antes de su anuncio..."
Los presidentes Barack Obama en diciembre de 2014 y Joseph Biden en enero de 2025 cambiaron las políticas de los Estados Unidos hacia Cuba mediante procedimientos con similitudes y diferencias. En sus símbolos y en la práctica, la comparación de ambas loables decisiones demuestra la calidad superior de la decisión conjunta tomada entre Obama y el presidente Raúl Castro en 2014 a la lograda en 2025, y por tanto, resalta los retos pendientes en 2025.
En 2025, el presidente Biden decidió sacar a Cuba de la lista de países que auspician actos terroristas; suspendió por seis meses la aplicación del tercer capítulo de la ley Helms-Burton, que autoriza que se demande en tribunales de justicia estadounidenses a ciertas empresas que han invertido en Cuba; y revirtió un memorando del Consejo Nacional de Seguridad de 2017 que prohibía relaciones económicas con empresas cubanas, muchas bajo la égida de GAESA.
Por otra parte, ese mismo día en 2025 el gobierno cubano autorizó la excarcelación de 553 personas privadas de libertad.
Comparemos las decisiones tomadas respectivamente en 2014 y 2025. En ambos casos, las conversaciones que precedieron a ambas decisiones se realizaron en secreto, y ambos gobiernos eficazmente impidieron que se filtrara la noticia hasta momentos antes de su anuncio.
En ambos casos, tanto el gobierno de los Estados Unidos como el de Cuba anunciaron que actuaban unilateralmente en función de los intereses de cada país.
Observemos una primera diferencia. Los presidentes Biden y Miguel Díaz-Canel no anunciaron un nuevo acuerdo bilateral, mientras que los presidentes Obama y Castro anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, además de las medidas unilaterales.
En ambos casos, hubo simultaneidad de anuncios por los dos gobiernos, lo cual implica coordinación y un vínculo entre ellos, aunque indirecto. Según lo expresó Sean O’Malley, quien fue Cardenal Arzobispo de Boston: “El presidente Biden ha anunciado que los Estados Unidos harán concesiones importantes para mejorar las vidas del pueblo cubano. Esta acción ha resultado en la decisión del gobierno cubano de responder a la solicitud del Papa Francisco en nombre de los presos”.[i] Es decir, uno hizo lo que hizo, a sabiendas anticipadas de que el otro haría lo que debería hacer.
En ambos casos, el Papa Francisco tuvo un papel estelar y decisivo en lograr que ambos gobiernos actuaran paralelamente al mismo momento, mediante la intermediación del Vaticano.
Así, otra diferencia es evidente. Obama y Castro se habían conocido y habían hablado; si bien el Papa facilitó sus negociaciones, en 2014 los pasos concretos los tomaron funcionarios de ambos gobiernos. Biden y Díaz-Canel no se conocen personalmente y, hasta el momento, no hay información sobre negociaciones directas entre los funcionarios de ambos gobiernos. Biden se reunió personalmente con el Papa, y hasta lo condecoró; Díaz-Canel igualmente se reunió con el Papa. El Papa, útil en 2014, fue imprescindible en 2025. Ambos gobiernos dependieron de él y de mensajeros como el Cardenal O’Malley, quien informó el 14 de enero de 2025, en su blog, que él por “varios años” llevaba mensajes del Papa a los presidentes de los dos países.
Los textos oficiales reflejan el papel central del Papa. Los gobiernos no negociaron directamente entre sí, sino con el Papa. El gobierno cubano explica que decide excarcelar “en el espíritu del Jubileo Ordinario de 2025 declarado por Su Santidad”, aseveración precedida por un párrafo que trata de las conversaciones con el Papa sobre la política estadounidense hacia Cuba.[ii]
La Casa Blanca, a su vez, explica: “Estamos tomando varios pasos en apoyo al pueblo cubano como parte de un acuerdo con la Iglesia católica bajo el liderazgo del Papa Francisco”. Añade que “hemos sido informados por la Iglesia católica que el gobierno cubano pronto comenzará a liberar un número considerable de presos políticos”.[iii]
En ambos casos, un principal aporte del gobierno cubano para lograr estos cambios en la política de los Estados Unidos fue la excarcelación de 553 presos en 2025.
Una diferencia entre 2014 y 2025 fue que los Estados Unidos liberaron presos en 2014, pero no en 2025. En 2025, revirtieron medidas que su gobierno adoptó después de 2014.
Por tanto, en 2025, sin comunicación directa entre los presidentes, sin comunicación directa (aparentemente) entre los funcionarios más cercanos a ambos presidentes, dependiendo radicalmente del Papa, faltaron alocuciones que encauzaran y autorizaran a los funcionarios de ambos gobiernos a realizar otros cambios o aplicar medidas que generen nuevas oportunidades. Por eso las loables decisiones en 2025 fueron de menor calidad que las tomadas en 2014. En 2014, se abría un nuevo sendero. En 2025, se abría un refugio temporal en medio de tormentas, pasadas y previsibles.
Ahora Trump
En ambos casos, más rápido en 2025, llega Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, quien durante su primera presidencia revirtió las medidas que apuntaban hacia nuevos rumbos bilaterales.
Hay diferencias importantes, sin embargo, entre entonces y ahora. Durante su primera presidencia, Trump se preparaba para postularse para su reelección, y necesitaba ganar en la Florida. Ahora no. Durante su primera presidencia, Trump procedió con una política de “máxima presión”, sin preocuparse de que produjera una oleada migratoria. Ahora no. En 2022, último año con datos completos, los 233 602 cruces fronterizos de cubanos (9% del total) culminaron en capturas y expulsiones –en tercer lugar, precedidos solamente por mexicanos y guatemaltecos.[iv]
La política hacia Cuba de su primera presidencia fracasó porque no logró cambiar al régimen político en Cuba. Una política similar durante este segundo período, bajo el supuesto que ahora sí son mejores las condiciones para provocar un estallido social en Cuba, implica el riesgo de que fracase otra vez, ahora generando una explosión migratoria indeseada.
¿Puede Trump revertir las medidas recién adoptadas por Biden? Claro que sí. La suspensión del tercer capítulo de la Helms-Burton es solamente por seis meses. Trump puede entonces autorizarlo de nuevo, pero durante su primera presidencia lo suspendió en 2017 y 2018 y lo autorizó solamente en 2019. De los 45 pleitos derivados de esta ley, seis se han resuelto mediante negociación privada entre las partes; los demás entorpecen el funcionamiento expedito de los tribunales y acosan a subsidiarias de 27 empresas estadounidenses, no solamente a las extranjeras.[v] Es posible que Trump no vuelva a aplicarlo y lo utilice como instrumento de negociación.
La prohibición de tratar con empresas cubanas, especialmente aquellas que son parte del conglomerado GAESA, es la reversión más probable. Trump aprobó esa medida durante el primer año de su presidencia, y puede volver a hacerlo por mera autorización presidencial.
La extracción de Cuba de la lista de países que auspician el terrorismo también puede revertirse, pero requiere una investigación que lo justifique. En su primera presidencia, Trump aprobó la inserción de Cuba en esa lista solamente en los últimos días de su presidencia. Esta vez puede también demorar y utilizar la posible reinserción como instrumento de negociación.
¿De qué negociación se trata? La prioridad del presidente Trump en su política latinoamericana es impedir la migración indocumentada. El gobierno de Cuba coincide con Trump que tal migración debe impedirse. El secretario de Estado designado, el senador Marco Rubio, indica en su página web que él eliminaría la presunción de que todo migrante cubano automáticamente puede acceder a los beneficios de la Ley de Ajuste Cubano.[vi] El gobierno cubano coincide con el flamante Canciller. Otras coincidencias entre ambos gobiernos son la lucha contra el narcotráfico, la paz en el entorno de la base estadounidense en Caimanera, y las exportaciones a Cuba de productos agrícolas de Estados que votan abrumadoramente por Trump y el Partido Republicano. Estas coincidencias sugieren que se puede negociar.
El gobierno cubano puede insistir en que no tiene que hacer nada. Los Estados Unidos tienen la culpa de todo, y solamente ellos tienen que actuar. Si es así, viene una hecatombe.
La alternativa es que el gobierno cubano tomaría la iniciativa de negociar sobre aquellos asuntos donde hay espacios de acuerdos entre los dos gobiernos –directamente, o mediante el Papa. Además, puede tomar decisiones unilaterales, por razones de interés nacional, que indirectamente mejorarían sus relaciones con los Estados Unidos.
Por sus propias razones, el gobierno cubano puede decidir unilateralmente que la pequeña ventanilla que se abre en enero de 2025 presenta un momento oportuno para tomar pasos más audaces de reforma económica en Cuba. Puede autorizar, por ejemplo, que las mipymes exporten e importen en sus propias relaciones comerciales con los Estados Unidos, sin depender de una empresa estatal, porque ahora podrían hacerlo. Trump puede cerrar oportunidades, pero se deben aprovechar las que existen, mientras existan.
Cuba debe evitar perder la oportunidad que se avizora, aunque quede vigente por períodos limitados y bajo la sombra de la incertidumbre.
[i] Traducción mía. Cita: Cardinal Seán's Blog – Cardinal Seán O'Malley shares his reflections and experiences
[ii] https://www.granma.cu/cuba/2025-01-04/en-el-espiritu-del-jubileo-ordinario-de-2025-libera-el-estado-cubano-a-personas-que-cumplen-sancion-14-01-2025-16-01-10
[iii] Traducción mía. https://www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2025/01/14/statement-from-press-secretary-karine-jean-pierre-on-steps-to-support-the-cuban-people/
[iv] https://ohss.dhs.gov/topics/immigration/yearbook/2022#tables-33-42-enforcement-actions Cuadro 34.
[v] https://static1.squarespace.com/static/563a4585e4b00d0211e8dd7e/t/6786d4c796eead627ea7d9e5/1736889544307/Libertad+Act+Filing+Statistics.pdf
[vi] https://www.rubio.senate.gov/rubio-we-must-end-abuse-of-cuban-refugee-benefits/
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