Continúa La Letra de Temas 2022 con la segunda parte de las respuestas recibidas a la segunda pregunta del equipo editorial de la revista. Sociólogos, psicólogos y otros investigadores sociales exponen su visión de lo que puede traer este 2022.
Mayra Espina. Socióloga
- Lograr un crecimiento económico acelerado. Algunos programas anunciados o ya activados tienen este fermento de solución, como el programa de desarrollo territorial que se propone activar el desarrollo local desde la autonomía municipal, el Plan SAN en la agricultura, las regulaciones para la empresa mixta y el sector no estatal en general. Pero la mayoría de las políticas y programas marchan lentamente, toman un tiempo muy largo en su diseño, no se aplican de forma coherente y coordinada, pues, como regla, se activan primero o más fuertemente los elementos de control y restricción que aquellos que habilitan e incentivan a los actores involucrados para tomar decisiones adecuadas, y de cuyos “performance” dependen resultados concretos, y, en general, la profundidad de las soluciones y cambios propuestos están por debajo de lo necesario.
- Superar desventajas socioeconómicas persistentes. El Programa de lucha contra el racismo, el de avance de la mujer, el de desarrollo territorial, el nuevo Código de las familias en proceso de aprobación, nuevas políticas de empleo y de atención a grupos vulnerables y las acciones de transformación de “comunidades socialmente complejas”, son esperanzadoras y tienen gran potencial de inclusión. Pero sucede lo mismo: demoras de diseño e implementación, falta de claridad, objetividad y transparencia sobre los presupuestos y acciones, bajo perfil participativo de la ciudadanía, fallas de complementariedad y armonización, además de una subyacente subvaloración de la magnitud real de la pobreza y las carencias en el país.
- Revitalizar la esfera política. La Constitución de 2019 creó un marco más propicio para la participación ciudadana directa y el reconocimiento de derechos políticos. Sin embargo, en la práctica no se aprovecha este marco jurídico y se contradice con frecuencia (no se habilitan los derechos de manifestación y asociación, se aprueban decretos que limitan la expresión de opinión, falta de transparencia hacia la opinión pública sobre procesos judiciales).
Marta Núñez Sarmiento. Socióloga
Alejandro Gil reconoció los cálculos erróneos para incrementar salarios y pensiones, pero declaró que solo los resolverá la transformación de la estructura productiva. Fue un cubo de agua fría para las trabajadoras, especialmente las profesionales, quienes confiaron en el crecimiento de sus salarios 4,5 veces. La inflación incontrolada y mal pronosticada no solucionará, ni en corto ni en medianos plazos, la pirámide invertida existente desde 1991. Las siete regulaciones legales emitidas en 2021 para mantener los avances de las mujeres están bien intencionadas y muy interconectadas, pero no tienen una “operacionalización” inmediata y eficiente en la cotidianidad. El primer obstáculo está en la economía y en las finanzas.
Esos documentos priorizan solucionar la segunda jornada, pero mientras no se identifique localmente los obstáculos y se controlen, será letra vacía. Entre estos enfatizo, además de la nula capacidad de compra de los ingresos en el hogar, las múltiples diferencias en las carencias de vivienda y de los equipamientos electrodomésticos; la falta de políticas públicas específicas para atender a los ancianos y discapacitados en los hogares , complementada con derecho a asistir a instituciones tipo “CITED”; el cierre durante treinta años de círculos infantiles; las deficiencias del MINED que obligan a pagar repasadores; los insuficientes servicios comunitarios para mantener una calidad de vida decorosa (desde los consultorios, las bodegas, las farmacias hasta la perenne falta de gestión de los delegados del Poder Popular).
La baja natalidad existente desde 1978, no se elevará porque depende de muchas variables, entre las que priman el acceso de la mujer al empleo, la falta de viviendas dignas para que las nuevas familias críen a sus hijos, los recursos cada vez mayores para ello, el control que las mujeres ejercen sobre sus cuerpos por su acceso a la planificación familiar y a la interrupción del embarazo. Esta es una tendencia en países desarrollados que está presente en Cuba y hasta en las cubanas que emigran. Priorizar viviendas para madres con más de tres hijos es una justa medida de asistencia social, pero NO una política pública para elevar la natalidad. Tampoco lo es acceder a la maternidad asistida, que es un derecho ciudadano de las parejas infértiles que lo deseen.
Maritza López McBean. Trabajadora social. Red Barrial Afrodescendiente
- En el caso de la ciudad de La Habana, en veinte Consejos Populares existen equipos con treinta años de experiencia en el trabajo comunitario integrador, en su mayoría subutilizados durante la pandemia, lo que tampoco se reconoce en su máxima expresión por los decisores gubernamentales.
- El reordenamiento social que se desarrolla en el país, tiene como desafío innumerables leyes, decretos y otras normativas difíciles de entender con celeridad por la población, así como de parte de quienes deben implementarlas, no siempre con la adecuada preparación.
- La insuficiente concientización antirracista en el país se demuestra con la existencia de un Programa Nacional Antirracista que impulsa el presidente de la República, así como acciones implementadas con ese fin en todo el territorio nacional; sin embargo, las actitudes que asumen decisores, funcionarios, cuadros y dirigentes a quienes les correspondería desarrollarlas continúan manifestándose de diferentes maneras, lo que patentiza que el solo hecho de ocupar una responsabilidad no los convierte en conocedores de estos temas y cómo afrontarlos en diferentes espacios.
Luisa Íñiguez Rojas. Géografa. FLACSO-Cuba
- En 2022 se priorizarán las políticas tendientes a la reanimación de sectores productivos y de servicios, la racionalidad de los precios y la transformación del comercio interior, pero los efectos serán graduales y, muy probablemente, diferenciados por municipios. Las políticas distributivas “normadas” que ha ampliado la cantidad de productos de primera necesidad y donaciones es loable, pero expresa una distribución igualitaria (por núcleo, con independencia de la cantidad de personas), reducen, pero no eliminan a los revendedores. Al respecto, algunos de ellos, incluso jubilados, no pretenden enriquecerse, sino mejorar sus ingresos. De otra parte, el mercado, más fragmentado aún con los comercios en moneda libremente convertible (MLC) en expansión, y los que se ofrecen o permiten en línea, queda desarticulado de políticas actuales o posibles que fomenten equidad y justicia social.
- Los municipios tienen diversas potencialidades para acoger con facilidad o con restricciones diferentes políticas. Las numerosas oportunidades actuales producen un nudo donde concurre el autoabastecimiento alimentario, la exportación de bienes y servicios, la producción de materiales de construcción, la creación de mipymes y cooperativas no agropecuarias (CNA), o la necesidad de aportar determinados bienes al balance nacional, entre otras. Ante la elevada heterogeneidad municipal, en cantidad y distribución espacial de población, en asentamientos, en capacidades productivas, en recursos materiales y humanos, características demográficas, entre otros componentes, se requiere de estrategias que permitan una valoración integrada y sistemática de avances o rezagos territoriales.
- Desde mediados de 2021 se asiste a un proceso de atención priorizada a barrios y comunidades vulnerables y a determinadas personas en situación de vulnerabilidad.
Es, sin duda, un proceso encomiable, que requiere de un tiempo para que las personas beneficiadas interioricen y valoren en toda su magnitud las transformaciones que se identifiquen y aprueben. Considero que se debe profundizar en el concepto de vulnerabilidad, y su especificación. Vulnerable a qué o en cuál situación. Barrios que han cambiado su denominación de ilegales, insalubres, precarios, y ahora vulnerables, evolucionan hace décadas, tienen una variedad de edades, privaciones, orígenes, procedencia de sus residentes, entre otras características.
Jorge Enrique Torralbas. Profesor. Facultad de Psicología, UH
Refundar el consenso social es esencial para lograr la cohesión social evidentemente fracturada. El gobierno nacional ha dado señales de establecer el diálogo como estrategia. Sin embargo, es contradictoria la presencia de discursos que refuerzan la polarización social, especialmente en los medios oficiales de prensa. El reconocimiento del disenso interno y sus diferentes gradaciones sigue ausente. Si no se nombra, no se podrá lidiar de forma efectiva con él. Por el contrario, parece por momento que se ha vuelto a la consigna como estructura argumental. Es preciso una estrategia articulada de reconocimiento e inclusión de este fenómeno en la dinámica política del país. También, en cómo los medios de prensa lidian con un fenómeno creciente. Aquí el axioma es: aunque no se publique ni se hable sobre él, seguirá existiendo.
Las medidas de los últimos dos años, traducidas en resoluciones, decretos o leyes, han crecido exponencialmente. Tienen en común la voluntad de cambio, pero también quedar atrapadas en limitaciones de interpretaciones con sesgos políticos, alejadas de los principios del socialismo. El manejo de la economía y la política social con escrúpulos ideológicos excesivos, sesga su efectividad y sostenibilidad. Parafraseando a Juan Valdés Paz, hemos tenido claro nuestro proyecto de nación y ese es invariable, pero aún no encontramos la fórmula para comprender que el proyecto de sociedad socialista es variable.
Las condiciones internas y externas que propiciaron los acontecimientos del 11 de julio no se han modificado en lo esencial. Incluso algunas, se han profundizado. No sería de extrañar, por tanto, que eventos similares, en diferentes escalas, se repitieran, especialmente en la región central del país.
A los ataques a la figura del presidente se ha contrapuesto como estrategia su centralización, al menos comunicacionalmente. La fortaleza del nuevo liderazgo radicará en su capacidad para la conducción colectiva y su expresión en niveles diversos. Por eso, televisar constantemente al presidente o mostrarlo supervisando cada tarea de gobierno, es caer en la trampa de reproducir un modelo centralizado. Contrario a ello, se debe estimular la diversidad de nuevos liderazgos en todos los niveles, mostrarlos y darles el lugar que ocupan.
Aurelio Alonso. Premio Nacional de Ciencias Sociales y Caridad Cruz. Ingeniera. Fundación Núñez Jimenez
En 2022 continuará la aplicación de las 63 medidas aprobadas por el Estado para dinamizar la agricultura y potenciar la producción de alimentos. Ellas benefician a los productores por la disminución de costos de producción, incremento en el pago de productos, facilidades crediticias, mayor autonomía de mercado y entrega de tierras ociosas. La mayoría de estas medidas busca resultados en el corto plazo y requiere de un aumento del subsidio estatal. La ligera mejoría observada en los suministros de productos al mercado ha venido acompañada de un crecimiento desfasado de los precios al consumidor. Este desfase es reconocido como un problema de primer orden. Unido a esto se mantienen las tensiones en la población, generadas por la insuficiencia en la oferta de alimentos.
El Estado extenderá este año la búsqueda del perfeccionamiento de la empresa estatal por el camino de la adopción de una contabilidad más ajustada a los costos de producción, la lucha contra la corrupción y el burocratismo, la racionalización del trabajo, la incentivación salarial con base en la eficiencia, la apertura al capital extranjero para la modernización, la reducción de importaciones y, ante todo, la autonomía para la gestión incluyendo el comercio exterior. Se espera que estas políticas aporten competitividad a la empresa estatal en una economía que se diversifica con el crecimiento de los sectores no estatales. Sobre esto último, preocupa el énfasis que se está dando a la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas privadas, a diferencia de las cooperativas no agropecuarias de producción y servicios, que sí son una expresión de economía socializada.
Las exigencias de la economía, dentro de una continuidad de la pandemia para 2022, están obligando a la modificación consecuente de prácticas en las estrategias de salud. Al mismo tiempo, con el logro significativo de crear vacunas propias, la versatilidad del virus Sars-cov-2 para producir variantes, da lugar a un alto grado de incertidumbre, tanto en el tratamiento como en el manejo de las secuelas que el contagio puede provocar, y ocasiona, entre otras cosas, una fatiga visible en el personal de salud, agravada por las limitaciones de instrumental y medicamentos (también para otras enfermedades). Esta problemática no resuelta, introduce manifestaciones de corrupción que gravitan contra la población y afectan el prestigio ganado por la mayoría de los profesionales de la salud y del sector en su conjunto.
Anabel Díaz Hurtado. Socióloga. Universidad Central de Las Villas
Sería necesario, en primer lugar, evaluar qué modelo de desarrollo se pretende construir y cómo eso impacta en la transformación necesaria del proyecto social cubano. Tener claro cuál es el objetivo final –no solo por la máxima dirección del Estado, el gobierno y el Partido– determinará, en buena medida, todo acuerdo o proyecto que se pretenda implementar; no se puede mantener un estilo de contingencia o de improvisación ante circunstancias o problemas. Dentro de las políticas a debatir y aprobar tendría que estar todo aquello que regule, explique y gestione la práctica política de la autonomía municipal, que le da poder real a la población, mediante la representación de gobierno, de proyectar y construir el desarrollo que se revierte en calidad y mejoras de las condiciones de vida, lo cual impacta en todas las esferas.
Los procesos formativos, por su parte, también ameritan nuevas maneras de funcionabilidad y modelos educativos que logren promover la producción del conocimiento y no la reproducción de esquemas importados de experiencias que no tienen reflejo concreto en las múltiples realidades de nuestra sociedad. Es importante el reconocimiento de la alianza entre los componentes de la tríada conocimiento-práctica-investigación. Los marcos legislativos tienen que ser expresión de aquello que en la vida cotidiana tiene raíces concretas y que, por norma, regula toda actividad social; por tanto, la necesaria articulación, de manera horizontal, tiene que ser la vía para lograr políticas que contengan fenómenos de alcance global como los temas demográficos y grupos vulnerables por su condición económica, cultural y social; la incorporación de infraestructura tecnológica y su uso efectivo, la producción de alimentos y el desarrollo cultural y educativo desde la perspectiva ideológica, entre otros aspectos. Punto y aparte resulta, asimismo, todo aquello que se refiere a la empresa estatal socialista y otras formas de gestión donde es determinante tener muy claro de qué desarrollo estamos hablando en la Cuba del siglo XXI.
Roberto Corral. Profesor. Facultad de Psicología, UH
La economía está en una crisis total. Levantarla requiere cambios importantes en la manera de realizarla, pero más aún, en las ideas preconcebidas acerca de las relaciones entre las fuerzas productivas y su efectividad. A mi modo de ver, la insistencia casi compulsiva en la superioridad de las empresas estatales es una ficción que la propia historia rechaza. No significa que el Estado no sea el propietario de las empresas estratégicas de la economía, pero sí que renuncie a ser el propietario de casi todo. Se están haciendo algunas regulaciones en este sentido, pero el asunto no está en aceptar las empresas privadas, sino en el grado de articulación con las demás y los efectos de un control excesivo que ha impedido muchas veces su florecimiento. En cuanto a las empresas estatales su funcionamiento no depende de las exhortaciones continuas de los dirigentes a trabajar más, sino a que los trabajadores simplemente no trabajan. Es necesario investigar el factor humano, porque este es el que falla. Son varios factores que será necesario investigar y atender.
El clima social es tenso, generado por la ansiedad pospandemia, la situación económica de escasez, y una mirada política estrecha que no cambia suficientemente. Requiere un diálogo con todos, como se ha comenzado a realizar, un análisis crítico de la realidad y de los problemas por resolver, pero que muestre los logros de una manera veraz. Todavía hay mucho por recorrer, los pasos son aceptables, pero es evidente que existen fuerzas políticas que lo retrasan, lo desvían o lo niegan. Insistir en la continuidad absoluta es negar que la situación ha cambiado y el país tendrá que aceptar una cuota bastante alta de disensión e inconformidad. Será necesario modificar el sistema político, los mecanismos de comunicación social, aceptar organizaciones no gubernamentales que planteen otras miradas y otras soluciones. Tal vez renunciar a la tradición de un autoritarismo que se repite a todos los niveles del gobierno.
El bloqueo va a continuar, pero defenderse de sus efectos requiere soluciones creativas en la economía, la política y el clima social. No basta con denunciarlo y oponerse: es necesario buscar aliados, aunque no coincidan con el sistema social cubano. Algo se está haciendo, pero es necesario publicarlo y estimularlo.
Rosa Campoalegre. Investigadora. Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas
De los problemas listados, destaco la preservación de las conquistas sociales históricas que engloba asuntos de índole material e espiritual. Si bien siempre ha sido un objetivo clave la atención a las condiciones de vida y trabajo de la población, ello no se ha logrado de manera sostenida, y ha mostrado altas y bajas, derivadas de factores externos e internos.
Las políticas públicas en este campo, al calor del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: propuesta de visión de la nación, ejes y sectores estratégicos han priorizado la atención a los grupos en situación de vulnerabilidad e, insisto, no “vulnerables”. Ello es positivo, pero la contradicción aún se muestra en el enfoque asistencialista y sectorial, así como el insuficiente nivel de participación. Es preciso avanzar hacia uno integrado y participativo en todas las fases de la política, desde el diseño hasta su evaluación.
Estos tiempos exigen transitar del universalismo en general a una perspectiva interseccional en política pública, que refleje no solo el cruce de las variables principales de la matriz de desigualdad social, sino sus fuentes. Y en esas intersecciones –clase, “color de la piel”, género, generación, territorio, identidad de género, orientación sexual, discapacidad…–, hallar los grupos que no solo requieren mayor atención, sino en los que podemos encontrar nuevas respuestas. No solo debemos “atenderlos”, sino escuchar, examinar sus prácticas y aprender juntos. No solo dar, se trata de compartir, de/re/des/co/aprender.
Es crucial, la participación comunitaria real y los diálogos productivos intergeneracionales en todos los ámbitos-familiar, comunitarios, laboral, escolar, político, cultural…, así como eliminar las etiquetas sociales estigmatizantes hacia los barrios, personas o grupos sociales en la referida situación.
Otro asunto que priorizar es la necesidad de desterrar los eufemismos en el discurso político, en los imaginarios sociales, la legislación y en la información pública. Sin información accesible no puede haber soluciones, ¿cómo participar entonces? La ruta es entender, denunciar, nombrar los problemas como son. Los relacionados con el racismo y la violencia en Cuba son ilustrativos de esta necesidad. El Programa Nacional de lucha contra el racismo es un avance; ampliemos su divulgación y el diálogo en/con/desde las comunidades, también con las ciencias sociales y las familias. Aprovechar la oportunidad que representa es el reto inaplazable al que todas las personas debemos contribuir.
Jesús Menéndez. Geriatra. Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud.
Uno de los denominadores comunes de cualquier política o decisión que tome nuestro país es la falta de dinero y la dificultad para el manejo de divisas, desde y hacia el extranjero. La disminución de los costos y el aumento de la productividad son vasos comunicantes de las tres propuestas de abajo:
- Hacer más flexible la ley de inversión extranjera. Crear una política de atracción de la diáspora cubana como un recurso muy importante para el desarrollo sostenible.
- Facilitar con políticas de estimulación los emprendimientos no estatales en sus primeros años (créditos blandos, menor tributo al fisco…)
- Reorientar los servicios sanitarios a sus mayores “clientes”: las personas mayores, con modos de hacer de eficacia probada en el mundo, promovidos por la OMS, y en la preparación de los recursos humanos en la atención a los pacientes mayores, con énfasis en la atención primaria de salud, que es una fortaleza de nuestro sistema de salud. Esto redundará en menores costos de la salud, uno de los mayores (o el mayor, no estoy seguro) consumidores del PIB.