“Son evidentes las imperfecciones e insuficiencias del sistema político cubano. Han sido reconocidas tanto en el discurso oficial como en los medios académicos. No se está en presencia de un socialismo puro, maduro, acabado. El proceso de transición se produce en condiciones en gran medida anormales, por lo que su sistema político y su democracia tienen que reflejar ese estadio de desarrollo. Este artículo propone analizar las reformas con propensión integral…”