“El peso creciente de la producción de los también denominados bienes y servicios culturales4 en la actividad económica internacional resulta razón primera para impulsar el análisis de los temas culturales a través del prisma de la economía. Tal aproximación, objetivo del presente trabajo, permitiría una comprensión de la cultura como mercancía que se produce, se distribuye y consume —de manera masiva y a ritmos impresionantes…”