A partir de los años 90 hicieron su aparición numerosas producciones que señalaron la situación de desigualdad en la que se encontraban las mujeres científicas en las universidades y los centros de investigación argentinos. Varias autoras revelaron en sus investigaciones la disparidad existente entre hombres y mujeres en el acceso a los cargos de responsabilidad y prestigio, así como la naturalización de esta situación por parte de las científicas. Los institutos de investigación de las unidades académicas del país y los del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de la República Argentina (CONICET) fueron los escenarios elegidos a fin de constatar estos presupuestos, para lo que utilizó información de orden estadístico y entrevistas a los actores en cuestión