El conflicto palestino-israelí suele ser un foco de tensiones regionales, que sigue sin resolverse a pesar de las numerosas resoluciones internacionales. En la actualidad, los palestinos soportan lo que se considera la ocupación más larga de la historia moderna y siguen luchando por conseguir la autodeterminación y la libertad. Se enfrentan a la dura realidad de la limpieza étnica, los desplazamientos, el genocidio y el apartheid, pero mantienen una postura de firmeza y resistencia frente a todos los difíciles obstáculos.