Durante el fin e inicio del milenio, una serie de acontecimientos mundiales —como el surgimiento de Internet y las redes sociales, la caída del muro de Berlín, el derrumbe del World Trade Center, la pandemia del coronavirus, etc.— han provocado cambios en el paradigma sociocultural imperante en el siglo xx, que deviene en el comienzo de una nueva etapa dentro de la modernidad: la digimodernidad. Los principales fenómenos de la nueva etapa han sido analizados de forma parcial y desagregada por varios autores, que la han nombrado de distintas formas. El imperio cibernético, que responde al capitalismo avanzado, subyuga al enjambre que representa la aglomeración de los sujetos aislados por su propio narcisismo e individualismo: su campo de despliegue es la realidad virtual y el contacto mediante las redes sociales. La sociedad hiperconectada controla a los individuos en su accionar neurótico mediante la información que estos les proveen a los contenedores de la red, por ello al «poder» no le preocupa una oposición organizada a su hipermanipulación mediática.