"En el siglo pasado el Caribe y el Golfo de México, como entidades diferenciadas, fueron disputados «preeminentemente [como espacios decisivos] en el dominio de las potencias marítimas». La relevancia adjudicada a la zona, a partir de su importancia en cuanto vías marítimas de comunicación, era fundamental para el comercio. En el caso de una hipótesis de guerra, el control de la cuenca del Caribe siempre fue y es una premisa prioritaria..."