Este ensayo centra el análisis en la obra de varios autores llamados «cuban-americans», por ser en los Estados Unidos donde el choque de las lenguas ha conducido la necesidad de elección a su punto crítico; en esa región de «crisis» de la identidad, se atraviesan visiones que van desde su negación hasta su recuperación, o la dialéctica de aceptación/rechazo de las culturas en conflicto. Para esos autores, la cuestión de la identidad está en un conflicto de elección entre los valores de dos culturas, la mayoría de las veces opuestas: aquella de los padres, cuya transmisión se produce casi siempre a través de la memoria familiar, donde el pasado ha sido sacralizado; y la del lugar de residencia, cuya influencia llega desde todas partes -escuela, medios de difusión masiva, comunicación cotidiana- y es, por así decirlo, una entidad "viva".