“La participación ha entrado en el lenguaje político contemporáneo con todas las franquicias que otorga la ambigüedad conceptual. En cierta medida, en el curso de este ensayo seré beneficiario de esta ambigüedad: emplearé el término participación para referirme a situaciones tan distintas como el tipo de involucramiento contenido en los programas comunitarios impulsados por el Banco Mundial y, en el otro extremo, el lugar de la acción política popular en un proyecto anticapitalista. La premisa clave de la participación fomentada por el neoliberalismo, es justamente su ejercicio fuera de todo coto relevante de poder. Cualidad esta última que ha sido repetida más de una vez con entusiasmo por algunos sectores de izquierda que, en aras de renovar de alguna manera los “discursos tradicionales”, son capaces de perder de vista el punto neurálgico de toda la política...”