“Durante los últimos treinta años han sido muy escasos los puntos de coincidencia entre los distintos grupos de economistas que se han dedicado profesiona1mente a estudiar a Cuba; las diferencias entre los que lo hacen desde posiciones de hostilidad o de simpatía a los objetivos de la Revolución, o entre los que la estudian desde Cuba o el extranjero han sido notables. No obstante, aunque los cubanólogos que se dedican a la economía siguen manteniendo desacuerdos esenciales, han alcanzado un consenso en lo relativo a dos cuestiones que tienen que ver con la situación cubana más reciente..”