“La derrota española de 1998 frente a la naciente potencia norteamericana sirvió de detonante y generó el pesimismo y el dramatismo que se reflejó en la literatura de la época. El regeneracionismo se convirtió en la fórmula para cambiar la sociedad. Autores contemporáneos señalan que fueron los hombres del 98 los que «inventaron España». La conmemoración del Centenario de 1898 ha suscitado en estos años una serie de valoraciones, opiniones, reproducción de obras de la época, etc., que llevan a una nueva valoración del «desastre», visto a la distancia de cien años. Todos coinciden en que el 98 fue el momento central de la crisis política y social que se venía gestando desde años atrás. A la derrota de la guerra contra los Estados Unidos, por la cual España perdió los restos de su imperio colonial, se le concedió, en su momento, una magnitud muy alta. «¡Más se perdió en Cuba!» fue la frase acuñada que ha perdurado hasta nuestros días…”