Al surgir, en 1980, la Federación Internacional de Asociaciones de Personas Mayores (FIAPA, por sus siglas en francés), la comunidad internacional ya se interesaba desde hacía algunas décadas por las cuestiones sociales, políticas y económicas consecuentes del envejecimiento poblacional. El análisis que hacemos, a menudo se concentra únicamente en el aumento de los gastos de la seguridad social y de salud, en el maltrato, en el carácter casi «parasitario» o «la carga» que los ancianos representarían para los «jóvenes». Nuestra mirada es profundamente negativa, y aún prevalece en el pensamiento social y político...