“Los peligros e inmensos sufrimientos provocados por todos los intentos de solucionar arraigados problemas sociales por medio de intervenciones militaristas, en cualquier escala, resultan evidentes. Pero si examinamos más de cerca la tendencia histórica de las aventuras militaristas, se hace aterradoramente claro que muestran una intensificación aún mayor y una escala siempre creciente, desde enfrentamientos locales y dos horribles guerras mundiales en el siglo XX, hasta la posible aniquilación de la humanidad, cuando llegamos a nuestros tiempos…”