“Cuentan que Ana Mendieta iba con frecuencia a las playas del sur de la Florida y dibujaba figuras en la arena para que el mar, al lamerlas, las trajese hasta las costas de Cuba; metáfora del viaje, la mayor expresión del cruce de culturas e identidades desde que el hombre hizo su aparición sobre la tierra. De un viaje tratará esta incursión en el arte cubano de los últimos años, un viaje en numerosas direcciones y sentidos; arte en continuo movimiento, condicionado por las circunstancias históricas y políticas de su contexto nacional y por los dictados de las tendencias, modas y el mercado del arte en el universo mayor…”