En Ecuador, desde tiempos de la colonia, los afrodescendientes del Valle del Chota han construido sobre sus territorios una dinámica social y política de asentamiento denominada ancestral. Pese a que dichas comunidades llevan varios siglos allí, actualmente muchas familias no poseen tierra disponible suficiente para su desarrollo, más bien se presenta un patrón de concentración de la tierra en manos de haciendas cuyos dueños no son los afrodescendientes. Una de las razones para este problema viene desde 1852, cuando en Ecuador se abole legalmente la esclavitud, pero el Estado no compensó a los libertos con tierras para su subsistencia, lo que ha obligado a que las comunidades, por distintos medios, generaran procesos de lucha por la propiedad de la tierra.