El artículo analiza las políticas culturales de la Secretaría de Cultura de la República Argentina (actualmente Ministerio) con el propósito de evidenciar el alcance limitado del poder de decisión de la máxima autoridad del organismo, y demostrar en qué medida el hacer de las políticas públicas culturales es resultado de consensos generados internacionalmente y de la dinámica de la propia burocracia.