martes, 06-05-2025
En el presente artículo, sin pretender agotar las formas concretas con que se ha presentado el socialismo en diferentes países (lo cual sería imposible, por los aspectos culturales, sociales e históricos que participan en su concreción), se señalan características del diseño que, aunque particularmente agudas en Europa Oriental, han afectado también a nuestro país, si bien no todas están presentes en Cuba, como diferenciadamente se precisa en el curso del trabajo.
El pasado de Europa es un pasado imperial y colonial. A menudo se presenta como un continente cosmopolita de naciones, pero en realidad los es de proyectos nacionales respaldados por esfuerzos coloniales. Estas han incluido la emigración y el asentamiento coloniales, la desposesión, la apropiación, la extracción y la esclavización. Aunque determinados gobiernos nacionales han desempeñado un papel central ―Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, por ejemplo-, también han participado poblaciones de todo el continente europeo. En este artículo se exponen las "variedades de colonialismo" que constituyen el núcleo del proyecto europeo y se plantea cómo podría ser un proyecto decolonial de Europa. Argumento que situaría sus historias coloniales en el centro de nuestra comprensión del presente y que buscaría la reparación de las injusticias asociadas a esa historia a través de la acción reparadora poscolonial.
¿Qué modelo de socialismo se llegó a configurar históricamente en la URSS y en Europa del Este? ¿Cómo podría describirse en relación con los acontecimientos que le dieron origen, y con los movimientos revolucionarios europeos de las primeras dos décadas del siglo XX, en donde muchos de esos procesos tuvieron antecedentes? ¿Qué expresiones anunciaban la crisis?, ¿qué factores desencadenaron el fracaso del modelo? A propósito de los quince años de la caída del muro de Berlín, Temas invita a reflexionar sobre el conjunto de los problemas que enfrentaba el socialismo en Europa y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Este ensayo presenta una breve actualización de las principales tendencias que caracterizan el consumo, el tráfico y la producción de drogas ilegales en todo el planeta, e intenta demostrar el lugar relativamente secundario que ocupan las treinta y tres naciones independientes o formalmente independientes de América Latina y el Caribe en la producción y el tráfico de las principales drogas ilegales naturales y sintéticas. Asimismo, muestra cómo, al calor de la “seguridad nacional” e imperial norteamericana, las tres últimas administraciones estadounidenses han convertido a algunas naciones del hemisferio occidental en el principal escenario de la “guerra contra las drogas”.
“La socialdemocracia europea ha sido considerada uno de los pilares básicos sobre los que se ha desarrollado la historia política del llamado viejo continente y la actividad revolucionaria del movimiento de izquierda a nivel internacional. Sin embargo, esta corriente política, ha transitado por una serie de vicisitudes que cuestionan su condición de ser una fuerza de izquierda. En los momentos actuales, un análisis medianamente profundo de este tipo de cuestionamiento parece ir más allá de una simple valoración de coyuntura y puede responder a causas de carácter estructural y funcional del sistema político que ha condicionado su propia existencia…”
En las líneas que siguen se intenta trazar un patrón de las tres principales dinámicas políticas que subyacen en los distintos modelos de unión económica y monetaria (UEM), y que influyen sobre la arquitectura de la unión monetaria y sobre el modelo social que emana de ella, cómo se desarrollaron dichas dinámicas, qué preferencias políticas reflejan y cuáles son sus desequilibrios potenciales intrínsecos. La «crisis del euro» consagró la transformación de cierto modelo en otro. También se examinan las consecuencias de esa transformación sobre los modelos sociales a nivel nacional y europeo, menos vinculadas a la «crisis» que a la visión de este modelo específico de UEM.
La crisis estructural que vive la economía europea es resultado de la subversión de los valores de paz y solidaridad que alumbraron su nacimiento. La subordinación a los intereses imperialistas de la OTAN (especialmente tras los atentados del 11-S) y la crisis de identidad de las organizaciones obreras tras la desaparición del Socialismo Real, han allanado el terreno a políticas neoliberales (“Consenso de Washington”) que han contribuido a recrudecer la crisis y reducir drásticamente los estándares de vida europeos. Con ello se retroalimenta un proceso de creciente desafección ciudadana ante el sueño europeo primigenio de paz, amplias libertades y prosperidad.
El “familismo” es cada vez más contraproducente porque las mujeres han redefinido su curso de vida y los niños se han convertido en raros. Las políticas deben ser redefinidas porque las personas que más necesitan los servicios suelen ser las que menos pueden permitirse estos. La falta de apoyo a las familias puede afectar tanto a la cantidad y calidad de los niños. Si la maternidad sigue siendo incompatible con el trabajo, la fertilidad se verá afectada. Si las inversiones en los niños siguen siendo insuficientes, Europa definitivamente puede decir adiós a su sueño de convertirse en la economía del conocimiento más competitiva del mundo.
“Un escenario de recuperación de las economías europeas hacia 2015 implicaría reestructurar la deuda y reconsiderar los estrictos criterios de déficit público blandidos por el Banco Central Europeo (BCE) —institución que ha contribuido a quebrantar la confianza de los ciudadanos en los organismos de la Unión. Los europeos siguen sin entender por qué hay que salvar a los bancos con dinero público, en vez de proteger a las personas; de ahí, la necesidad inaplazable del bloque integracionista de avanzar en la dimensión social de la Unión Monetaria y Económica…”
“A la Unión Europea se le atribuyen más virtudes de las que realmente tiene y más errores de los que comete; unas y otros pueden ser el resultado de la acción individual de algunos de sus Estados miembros, sin que sean imputables al conjunto de la Unión. Ello apunta a la relevancia que, a pesar de los avances en el proceso integracionista europeo, los Estados miembros siguen manteniendo en la toma de decisiones…”
“La evolución del sistema educativo hispano, hasta hace pocos años buque insignia del Estado de Bienestar español, ha comenzado a experimentar notables transformaciones a raíz de la crisis económica desatada en el 2008. El objetivo del presente artículo es apuntar los cambios fundamentales a los que se avoca la educación pública en España, estudiados a partir de las nuevas normativas y los desafíos que introducen, entre ellos el riesgo de derivar hacia un modelo más polarizado, menos democrático y de baja legitimidad social, aunque en mejor sintonía con el patrón de acumulación instaurado durante la Transición…”
“En 1994, Suecia ingresó en la Unión Europea. La socialdemocracia en el poder avanzó en la implementación de la agenda neoliberal con recortes y desregulaciones en el sistema de bienestar, mientras la derecha cambiaba de táctica y se aseguraba las elecciones de 2006 como defensora de aquel modelo de sociedad. En aquellos comicios, los socialdemócratas registraron los niveles de popularidad más bajos desde la década de los años 20. Desde entonces, gobierna una derecha que, sin mucha resistencia popular, ha logrado desvirtuar las metas de igualdad y solidaridad que habían caracterizado al «modelo sueco» a mediados de la década de los 70…”
La visita a La Habana, en 2013, del Director de las Américas en el Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE, Christian Leffler, invitado por el MINREX de Cuba, ofreció la oportunidad para esta entrevista. En ella se recogen explicaciones, encuentros, confluencias, líneas de consistencia, desencuentros, omisiones, criterios polémicos y ciertos rasgos de eso que la filosofía europea llamó clásicamente Weltanschauung, es decir, una particular interpretación sobre el mundo y sus problemas. Dejamos al sano discernimiento del lector el juicio sobre los temas tratados y sus perspectivas, así como la medida en que recoge la voluntad de encontrar caminos haciendo uso (o no) de un manual de rutas único, el diálogo y la concertación.
“Sería un grave error desconocer o subestimar la experiencia del socialismo europeo. Es necesario estudiarla de manera sistemática, sin miedo, porque no es cierto que no tenga nada que ver con nosotros. Para probarlo, basta indagar la opinión de las decenas de miles de cubanos que conocimos, con cierto detalle, los errores que allí se cometieron. Es cierto que el socialismo cubano es fruto de una revolución interna, y que está directamente vinculado con la independencia y la dignidad de la nación, lo que no sucedía con ninguno de aquellos países. Pero también es verdad que la influencia del modelo socialista europeo se mantuvo en Cuba durante tres décadas…”
Ignacio Ramonet conversa con Temas sobre la situación política europea en general, así como acerca de las visiones predominantes en Europa sobre América Latina y el Caribe; la privatización de medios de difusión como la radio y la televisión; la izquierda europea, entre otros tópicos.
El movimiento intelectual conocido como neoconservadurismo fue adquiriendo relevancia no solo en la doctrina política, las visiones acerca de la sociedad norteamericana y de su papel en el mundo, sino en la política real, especialmente en el contexto del llamado síndrome de Viet Nam y del ascenso de lo que luego fue la administración Reagan (1981-88). ¿Qué componentes, enfoques y temas caracterizaban a este movimiento en sus orígenes? ¿En qué medida existen condiciones fuera de los Estados Unidos para la emergencia de políticas y movimientos ideológicos que tengan puntos de contacto con el neoconservadurismo?
En el año 1966, al término de la Conferencia de Tricontinental de La Habana, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) fue formada con el objetivo de promover acciones eficaces para la comprensión teórica y superación práctica de los grandes problemas del entonces llamado Tercer Mundo. Habiendo sido considerada como la mayor organización de contrapropaganda que haya existido en el Sur-Global, la OSPAAAL logró tejer redes, lazos y alianzas de solidaridad efectiva entre los pueblos de África, Asia y América Latina durante más de medio siglo desde su sede ubicada en la capital cubana. Entre los múltiples sujetos envueltos en esta realidad, los movimientos europeos de solidaridad con los pueblos del Tercer Mundo jugaron un papel decisivo en la configuración de OSPAAAL y el espectro Tricontinental desde finales de los años sesenta hasta la desaparición definitiva de la organización en el año 2019. A través de multitud de conexiones directas e indirectas con notables personalidades inmersas en el amplio espectro occidental de la Nueva Izquierda, OSPAAAL se convirtió durante décadas en un referente de la solidaridad global en Europa. Este amplio abanico de inexploradas relaciones Norte-Sur constituyó un marco único de intercambios dentro de la oleada revolucionaria que barrió el mundo de la Guerra Fría desde los años 60 hasta la llegada del siglo XXI.
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