“La socialdemocracia europea ha sido considerada uno de los pilares básicos sobre los que se ha desarrollado la historia política del llamado viejo continente y la actividad revolucionaria del movimiento de izquierda a nivel internacional. Sin embargo, esta corriente política, ha transitado por una serie de vicisitudes que cuestionan su condición de ser una fuerza de izquierda. En los momentos actuales, un análisis medianamente profundo de este tipo de cuestionamiento parece ir más allá de una simple valoración de coyuntura y puede responder a causas de carácter estructural y funcional del sistema político que ha condicionado su propia existencia…”