“La evolución del sistema educativo hispano, hasta hace pocos años buque insignia del Estado de Bienestar español, ha comenzado a experimentar notables transformaciones a raíz de la crisis económica desatada en el 2008. El objetivo del presente artículo es apuntar los cambios fundamentales a los que se avoca la educación pública en España, estudiados a partir de las nuevas normativas y los desafíos que introducen, entre ellos el riesgo de derivar hacia un modelo más polarizado, menos democrático y de baja legitimidad social, aunque en mejor sintonía con el patrón de acumulación instaurado durante la Transición…”