“Profundas transformaciones en la condición y posición de las mujeres cubanas han tenido lugar en el transcurso de los últimos cincuenta años, como resultado de la voluntad política de la dirección de la Revolución, y de la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres. Necesidades prácticas vinculadas a sus condiciones de vida y a la reproducción han sido tenidas en cuenta, así como otras de carácter estratégico, que permitieran cambiar su posición en relación con los hombres). El acceso a importantes recursos y la posibilidad de decidir sobre ellos, además de modificaciones a la legislación, las instituciones y la educación estuvieron entre las medidas más importantes. La participación de las propias mujeres como protagonistas del desarrollo ha sido el elemento clave de todos estos procesos transformadores…”