A finales del siglo XIX la ideología anarquista comenzó a introducirse en Cuba. Desde el inicio la difusión de sus ideales fue el principal modo de atraer a los obreros y la prensa jugó un papel fundamental. El periódico ¡Tierra!, el más importante de su tipo en el país, y el único que se mantuvo a lo largo de la primera mitad del siglo xx, dedicaba sus páginas a difundir los ideales anarquistas y los problemas que aquejaban al movimiento obrero cubano, mientras abogaba por la unidad obrera en la lucha contra el poder estatal. Las diferencias con el movimiento comunista también encontraron espacio en sus páginas y la crítica a este fue uno de los temas recurrentes dentro de la línea editorial de ¡Tierra!