El autor intenta develar las ideas que han caracterizado la práctica de la educación en general y que, de una u otra forma, han alcanzado la formación y capacitación, en el ámbito de la educación popular, para la organización, participación y desarrollo social en Guatemala. Este develamiento de intenciones, propias y ajenas, no es posible si no se construye una práctica crítica transformadora de relaciones sociales orientadas a promover condiciones de justicia social, equidad entre hombres y mujeres, y el reconocimiento y respeto de la diversidad cultural y de la dignidad humana.