Se valora la necesidad de alcanzar, a escala nacional, profundos cambios culturales en la empresa cubana y en el examen de las definiciones públicas sobre los cambios, y en las relaciones Estado-propietario con la empresa, aprecia rasgos y ausencias incapaces de asegurarlos. Valorar la existencia de un paradigma subyacente en las relaciones Estado-empresa basado en la supuesta necesidad de actuar de forma enérgica y sostenida desde el Estado sobre la empresa, que impide las transformaciones necesarias en esta, cuya sustitución requiere de cambios más profundos que los propuestos, no para debilitar, sino para fortalecer la acción social, mediante la sustitución de esas reglas generales casi mecánicas, con la técnica, la ciencia, y la razón. Para superar esos métodos de influencia el autor propone sustituir las relaciones de corte administrativo por métodos económicos, con decisiones adoptadas por órganos económicos como representantes de la propiedad social, con la autoridad plena del propietario sobre cada una de sus empresas, con sus particularidades.