En diferentes contextos y regiones, desde hace muchos años, las personas mayores han sido consideradas poblaciones vulnerables no siempre debido a una crisis de carácter sanitario. Por ser de larga vida y portadoras, generalmente, de limitaciones físicas, se asumen como una población requerida de cuidados y protección ante catástrofes, como eventos climatológicos adversos, conflictos bélicos en algunas regiones que suelen ser acompañados de desplazamientos poblacionales forzados, y hasta por otras razones, como situaciones provocadas por grandes crisis económicas.