La llegada de la COVID-19 impactó nuestra cotidianidad. Como medida epidemiológica principal se determinó el aislamiento físico, que en Cuba comenzó en la última semana de marzo; y entró en su fase de desescalada, excepto en La Habana, el 18 de junio de 2020. Los resultados que aquí se comparten fueron producidos a partir de la aplicación de 259 entrevistas vía WhatsApp o teléfono fijo, entre la segunda quincena de abril y la primera de mayo de 2020. Se caracteriza la percepción de hechos y personas, con significación positiva y negativa, durante la COVID-19, por parte de ciudadanos cubanos, residentes en Cuba. Los principales hallazgos constatan que las crisis constituyen momentos de desafíos y oportunidades, dan cuentas de la resiliencia y capacidad de agencia individual y colectiva, cuestionan determinados cambios estructurales y procedimentales, evidencian la heterogeneidad social y nudos de homogeneidad, ofrecen enseñanzas necesarias de incorporar a la restructuración de las vidas cotidianas y al diseño de políticas.