(Mención especial en el Premio Temas de Ensayo 2001, en la modalidad de Humanidades.)
“Cuando «lo marginal» llega a convertirse en central, todo se relativiza en una bastante homogénea «lateralidad social». Por esta vía puede aducirse que la sociedad cubana vive en el borde, en el espacio lascivo y ahorita planimétrico de lo lateral. Los lados se extienden hasta el todo; los márgenes dejan de serlo. Muchos de los valores que una antropología escrita desde la alta cultura consideraría degradados, impertinentes, truecan el estigma en prestigio y confirman la marginalidad como una fuente de hallazgos y realizaciones donde, en ocasiones, el propio antivalor genera el valor…”