domingo, 13-10-2024
"Desde la década pasada, la sociedad civil, un concepto del pensamiento político clásico, comenzó a utilizarse extensamente, no solo en la teoría política latinoamericana, sino también en el lenguaje político común. Se trata de un fenómeno que tiene conexiones internacionales más vastas, y que se asocia a los llamados procesos de globalización y de transnacionalización económica. El concepto, en su uso recurrente, se presenta con imprecisiones y ambigüedades, como resultado de su polivalencia y de sus significados a veces excluyentes entre sí. El propósito de este texto no es discutir esos desacuerdos, ni siquiera proponer una definición que enmarque el concepto, sino tratar de identificar a qué se hace referencia, en Cuba, cuando se habla de sociedad civil..."
"El concepto de sociedad civil es instrumento no solo de análisis, sino también de proyecto. Es decir, se construye y se utiliza desde una determinada intencionalidad. No solo para fundamentar y legitimar (o no) un cierto estado de cosas, sino también para enunciar y describir un ideal social que funciona como horizonte de referencia. Una clase o grupo social puede ejercer su dominio sobre el conjunto social porque es capaz no solo de imponer, sino de hacer aceptar como legítimo ese dominio por los demás grupos sociales. El componente esencial de esa hegemonía es precisamente la sociedad civil, entendida como el espacio donde se producen y difunden las representaciones ideológicas..."
“El estudio de las formas concretas en que los inmigrantes chinos desarrollaron su existencia en Cuba, ofrece un interesante material para la comprensión de su organización social y del proceso de asimilación natural al medio social cubano contemporáneo…“
“La expresión «sociedad civil» ha devenido moneda corriente en la dinámica social contemporánea, en los medios de comunicación y en los actores de la política. Con frecuencia asociada, sin más, con la democracia, hay incluso cierto mesianismo implícito en muchos de los usos actuales del término, que recuerdan el papel emancipador asignado alguna vez a la razón, el mercado, el proletariado, el pueblo... La generalización del uso está acompañada por una marcada vaguedad. En algunos casos simple sinónimo de lo social, en otros apuntando a algunos actores específicos, en otros más aludiendo de manera dicotómica a todo lo que no es Estado, a veces como una especie de equivalente más o menos sofisticado de lo que antes se llamaba «opinión pública»…”
El propósito de este panel es, tomando como referentes los conceptos y el enfoque teórico de Antonio Gramsci, examinar la problemática de la hegemonía y la sociedad civil en el contexto contemporáneo. Aprovechando la presencia de participantes cubanos e italianos, se trata de analizar la cuestión --central en el pensamiento gramsciano-- de los modos de subvertir la hegemonía del capitalismo y de la burguesía, desde la perspectiva de dos contextos nacionales muy diferentes. Partir de Gramsci no tiene la intención de hacer una arqueología del saber, sino plantearnos qué nos puede decir su pensamiento a los cubanos y a los italianos en esa confrontación global.
“Trazar un mapa aproximado de lo que se piensa en Cuba sobre sociedad civil, es el propósito fundamental de la serie de entrevistas. El interés de reunir estas «ideas de otros» sobre este tema, reside en primer lugar en sistematizar el pensamiento cubano en torno a él, y brindar una noción más o menos global de los senderos por los que transita el debate en Cuba; y, en segundo lugar, para que a través de la fisonomía de dossier de estas entrevistas se facilite la posibilidad de hacer lecturas comparativas, visualizar coincidencias y discrepancias, y reflexionar sobre otros posibles rumbos de análisis en torno a la sociedad civil…”
¿En qué medida los acontecimientos de 1898 tuvieron una significación trascendente para nuestra sociedad o fueron simplemente sucesos políticos que no cambiaron, en lo fundamental, el proceso que se venía produciendo? Esta pregunta solo encontrará respuesta en la medida en que se analice la historia profunda de la sociedad cubana durante los años precedentes. Este trabajo abordará algunos aspectos del contexto social a finales del siglo XIX cubano. No pretende arribar a versiones terminadas, sino solo mostrar algunas de las múltiples complejidades por las que esa sociedad debió atravesar.
Se analiza las deficiencias que existen debido a la utilización de la figura del trabajador por cuenta propia (TCP) como principal forma jurídica actual del sector privado para ramas no agrícolas, así como las ventajas de agruparlo en empresas. Se propone la creación de sociedades de responsabilidad limitada (ERL), variante utilizada en muchos países con resultados positivos, y la emisión de una ley específica para tal fin, como la mejor alternativa para la creación de micro, pequeñas y medianas empresas privadas en Cuba. Dado el carácter novedoso y abarcador de la legislación a implementar, se recomienda que permita una gran flexibilidad y agilidad para la creación y operación de las ERL, así como que especifique explícitamente sus obligaciones en materia de facturación y contabilidad certificada.
Este panel versa sobre los problemas de la filosofía en Cuba y analiza un conjunto de cuestiones, problemas, inquietudes, que se presentan en la filosofía a nivel mundial, y en Cuba específicamente. Aborda, además, las problemáticas y las relaciones de la filosofía con otras ciencias y, de manera específica, con la sociedad cubana.
“«Trabajadores de Antillana de Acero solicitamos intervención». Como forastero, me sorprendió ver, en La Habana, a principios de los años 60, lemas como este colgados en diferentes centros de trabajo. No atiné a comprender en qué consistía esa «intervención» ni por qué los trabajadores la solicitaban, en lugar de otra cosa. Pude saber que la pedían al gobierno revolucionario, en el cual confiaban. Confundí la intervención con la expropiación: se me aclaró que era la administración temporal de una empresa privada, por el gobierno, de acuerdo con una ley que existía antes del triunfo de la Revolución. Cuando, unos meses más tarde, de hecho llegó la expropiación, y me dijeron que en el pasado quienes mandaban en el país eran los ricos y los Estados Unidos, se me hizo todavía más difícil entender la aprobación de una medida tan peculiar como la intervención. Develar ese misterio me costó estudiar la compleja trayectoria del Estado cubano y su relación con las luchas populares del país…”
“Cuba, país obsesionado por la historia, tiene monumentos a sus grandes próceres, como Martí, Maceo y Gómez. ¿Dónde están los monumentos a sus grandes creadores musicales? ¿No dijo el Maestro que donde mejor se revela el alma de un pueblo es en su música? Ella es nuestra religión nacional. Tal vez los instrumentos de la memoria colectiva requieren de otros acercamientos…”
(Síntesis del libro La SAR. Historia de una mediación (1952-1958), publicado por la Editorial de Ciencias Sociales en 2003).
“El 28 de abril de 1948 se fundó la Sociedad de Amigos de la República (SAR). A fines de los años 40, la república neocolonial atravesaba por un momento crítico: los gobiernos conducidos por el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) eran responsables de la inestabilidad que predominaba dentro del sistema parlamentario burgués, la mayoría de los partidos tradicionales habían perdido consenso público y comenzaban a manifestarse los primeros brotes de rebeldía popular en las campañas públicas que condujo Eduardo Chibás, líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). La corrupción administrativa y la manifiesta ingobernabilidad de las autoridades auténticas habían puesto de relieve que las instituciones burguesas de poder estaban afectadas por una crisis profunda. Por esos años la SAR aconsejaba aplicar un conjunto de reformas para reforzar la hegemonía política e ideológica de la burguesía; pretendía imponerle orden a la República neocolonial…”
(Mención especial en el Premio Temas de Ensayo 2001, en la modalidad de Humanidades.)
“Cuando «lo marginal» llega a convertirse en central, todo se relativiza en una bastante homogénea «lateralidad social». Por esta vía puede aducirse que la sociedad cubana vive en el borde, en el espacio lascivo y ahorita planimétrico de lo lateral. Los lados se extienden hasta el todo; los márgenes dejan de serlo. Muchos de los valores que una antropología escrita desde la alta cultura consideraría degradados, impertinentes, truecan el estigma en prestigio y confirman la marginalidad como una fuente de hallazgos y realizaciones donde, en ocasiones, el propio antivalor genera el valor…”
(Mención especial en el Premio Temas de Ensayo 2001, modalidad de Ciencias sociales)
“Un nuevo paradigma de las ciencias, incluidas las sociales, se viene conformando en los últimos tiempos: el de la complejidad. Nuevas elaboraciones que expresan las relaciones múltiples y diversas del entramado social, en un contexto de racionalidad e incertidumbre combinados, cristalizan como visión universal de los fenómenos interconectados, en sus cursos a veces sorprendentes y, en parte, impredecibles. En el caso de Cuba, con acosos y peligros, incomprensiones, orgullos y retos, el camino imaginario de la felicidad queda abierto en la dimensión de lo posible. La sociedad compleja impone nuevos derroteros. Requiere del papel protagónico de sus actores sociales diversos, de la concertación de los intereses individuales y colectivos, de la conformación de una identidad nacional a la vez múltiple y esencial, de nuevas formas de participación y acción social…”
“Cuando hablamos de la cultura del consumo nos referimos, por lo común, a dos tipos de prácticas sociales: los hábitos de los usuarios que conforman su demanda y, en un sentido más amplio, la mentalidad que acompaña a las sociedades cuya construcción de identidades gravita en torno a los significantes, mitos y proyecciones que el mercado posindustrial provee. El presente artículo trata de dar cuenta de algunos rasgos del nacimiento de esta segunda acepción en el contexto norteamericano de finales del XIX, de la mano de algunas de las visiones que un analista de excepción —el José Martí corresponsal de varios diarios latinoamericanos—, acuñó de manera tan crítica como brillante…”
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2000, en la modalidad de Ciencias sociales)
“Con frecuencia, defendemos o cuestionamos el carácter legítimo de una institución, o de cualquier acción que se derive de ella, sin tener definido por anticipado qué entendemos por legitimidad, y este déficit se hace notar en arbitrariedades e incoherencias. ¿Por qué pensamos que unas instituciones son legítimas y otras no? ¿Qué legitima a unas instituciones y no a otras? ¿A partir de qué criterios legitimamos? ¿Quién o quiénes legitiman dentro del sistema social? Estas son las preguntas que motivan mis reflexiones, y que creo apuntan al centro de la cuestión…”
Este panel está dedicado al tema de la emigración como fenómeno social y cultural. Su interés es discutir la problemática de la emigración contemporánea, vista no como fenómeno demográfico, económico, político o familiar, sino desde la perspectiva del contexto cultural en donde se desarrolla, de sus implicaciones desde el punto de vista de la cultura y de la sociedad.
“Con este ensayo me propongo analizar las opiniones de Juan Marinello sobre el papel de la intelectualidad en la sociedad cubana en el período 1923-1940, cuando él mismo se movió, laboró e interactuó dentro del grupo de vanguardia literaria, artística y política. Es conocido que este escritor y revolucionario vivió 78 años, de los cuales dedicó casi sesenta a la reflexión y creación literarias. Por esta razón, decidí seleccionar solo un corto período de su vida para repasar su intensa actividad cultural y política: su juventud y primera madurez. Algunos estudiosos reconocen este período como la etapa formativa de su labor intelectual…”
“Los estudios sobre el imperialismo actual no pueden limitarse a recolecciones y análisis de datos recientes acerca de la dimensión económica de las sociedades, seguidos de otros relativos a sus funestas «consecuencias» sociales, ni es suficiente llegar solo a comprensiones conceptuales acerca de aquella economía. Los análisis del imperialismo deben incluir su estrategia contra la formación de alternativas rebeldes a su dominación, y también considerar las formas y el grado en que la naturaleza actual de ese sistema favorece o debilita su propia estrategia. Solo así ayudaremos a la tarea crucial de relacionar la caracterización del enemigo de la vida humana y del propio planeta en que vivimos con el pensamiento y las propuestas de un movimiento plural que tiene como denominador común lograr cambios radicales y contribuir a la creación de «otro mundo posible»…”
Entrevista al sociólogo mexicano Pablo González Casanova, referente obligado para comprender los problemas actuales de la sociedad latinoamericana. En sus palabras, analiza el fenómeno del neozapatismo, reflexiona sobre la universidad, la educación para todos y un necesario paradigma de inclusión social más democrático y ofrece claves para el entendimiento de problemas tan complejos como las alianzas entre los dominados y sus dominadores, fustiga el sentido de algunas «nuevas formas de pensar», y aplaude el ejemplo de la Revolución cubana.
“La religión ha desempeñado demasiadas veces un papel negativo en la convivencia de unos pueblos con otros. En virtud de esto, muchos llegan a pensar que es antihumana y que, mientras exista, no se puede esperar de ella sino alienación y perturbación para la vida y convivencia. Por el contrario, es un hecho profundamente humano; de ahí su universalidad. Demasiadas veces ha sido utilizada para manchar la dignidad humana, explotar al hombre y emprender acciones políticas inmorales. Pero no es esta su única cara. Ha servido también, históricamente, para cuidar del ser humano, ennoblecerlo, liberarlo y llevarlo a cuotas de un humanismo ejemplar y heroico…”
(La versión en inglés de este texto apareció originalmente en CounterPunch. Su autora lo revisó y amplió para este número de Temas) “La afirmación de que la religión y la política son inseparables resulta una perogrullada. Sin embargo, eso deviene un tanto más claro y resaltante a partir de la observación lógica consecuente: el Islam, tal como lo conocemos hoy, y los propios métodos con que intentamos entenderlo, y el discurso en el que intentamos ubicarlo, forman parte de una construcción occidental e imperialista. No existe un «verdadero» Islam aislado de ese contexto, tal como no ha existido jamás un Islam «verdadero» o «esencial» (o, para los mismos efectos, un judaísmo y un cristianismo «verdaderos» o «esenciales») aislado de los diferentes contextos socioculturales por los que ha atravesado durante su historia…”
“El propósito de este artículo es concitar reflexiones a partir de un análisis desprejuiciado sobre las posibles derivaciones, beneficios, costos, riesgos, del incremento de la vida religiosa en condiciones de serias dificultades, además de su capacidad de influencia en la sociedad cubana, incluyendo a las propias organizaciones religiosas involucradas. Con ese objetivo se examina la relación religión-cultura, con el presupuesto de que tal nexo existe, constatable en la experiencia práctica, al tener la religión una significación cultural en el sentido más amplio del concepto; por más que ello haya sido negado desde una óptica racionalista extrema, felizmente en retirada, y sobrevalorado en persistentes criterios eclesiales triunfalistas…”
“Los finales del siglo XX y comienzos del nuevo siglo XXI se han caracterizado por un inusitado auge de los extremismos políticos y religiosos. Antiguos y nuevos extremismos han aparecido en escena con manifestaciones de singular violencia. Palabras como «extremismo», «fundamentalismo», «radicalismo», «ultraortodoxia», «fanatismo», han saltado a las primeras páginas de los diarios y los noticieros televisivos. Para diversos observadores —politólogos, sociólogos, filósofos, periodistas— tales términos son parte de un universo especialmente complejo y móvil. Hay quienes estiman que las palabras mismas —«integrismo», «fundamentalismo», «fanatismo», «radicalismo»— se han vuelto locas, al igual que muchas de las ideas que les sirven de apoyo…”
“Según los estereotipos en vigor con respecto a las culturas africanas injertadas en América, a los bantú se les considera «atrasados», en tanto portadores de una religión y una cultura menos compleja en comparación con el aporte yoruba. Sin embargo, el estudio de las diversas culturas bantú revela un pensamiento sumamente estructurado y de considerable complejidad. En este artículo nos proponemos asomarnos a un aspecto poco tratado de ese pensamiento oriundo de África: el del código de colores bantú,,,”
“En Cuba no podemos hablar, dentro de la tradición de pensamiento, de filósofos «puros», sino de hombres volcados a la acción civil o patriótica, pedagógica, científica, política, cuyos pensamientos condujeron a formar una conciencia común y a cimentar las bases de un pensamiento que calzaría tanto la acción individual como la colectiva.
“Pensar una ciudad como La Habana a la distancia de una generación, supone un doble reto: de una parte, imaginar el contexto cubano dentro de unos decenios y, de otra, conjeturar cómo la ciudad, es decir, sus ciudadanos, van a sufrir, asumir o liderear esos cambios. La primera reacción es intentar entrever o construir un contexto a partir del cual se pueda derivar un escenario urbano como su expresión ciudadana. Pero el abanico que se abre es lo suficientemente diverso como para merecer un estudio aparte, puesto que puede ir desde los más locos sueños a los más angustiados temores. Desde La Habana deseada, añorada, esperada, defendida y reconstruida, a La Habana destruida, abandonada, asaltada y vendida por piezas al mejor postor…”
“Las aplicaciones de la transferencia de genes (transgénesis) a las plantas son numerosas, pues no solo tienen relación agronómica, sino que también se ensayan en medicina, recuperación de suelos, cosmetología, obtención de variedades ornamentales, entre otras. En este trabajo nos referiremos solamente a las aplicaciones agronómicas más conocidas, que a su vez generan el mayor impacto sobre las opiniones del público…”
“El mundo contemporáneo es simultáneamente uno, diverso y desigual. Es uno, nos guste o no, por la «fuerza de las cosas», es decir, por esa potencia que caracteriza al capitalismo («el mercado», para llamarlo con el término vulgar, aproximativo y ambiguo mediante el cual el discurso dominante califica al sistema-mundo), de integrar, aunque sea en la desigualdad, a todos los pueblos de todas las regiones del mundo en un sistema dominado por una misma lógica dominante. Lo que llamamos hoy «globalización», o sea, esta integración, sin ser verdaderamente un hecho nuevo, es la expresión de esta realidad…”
(Entrevista con Gianni Vattimo, profesor de Filosofía en la Universidad de Turín, Italia)
“El lector de estas páginas se percatará de que los tópicos abordados recorren precisamente hitos importantes de su obra, que él explica y contextualiza con claridad. El entrevistado entra de frente, o apenas roza a veces, temas altamente polémicos. La presencia de estos asuntos no es un hecho fortuito, ni el resultado de la dinámica imprevisible del diálogo, sino parte esencial del propósito de esta entrevista”.
“El estudio de la historia del pensamiento lleva al análisis de los contextos concretos en que este se origina y despliega, así como su compleja diversidad. Es posible constatar la existencia de pensamientos y proyectos societarios hegemónicos, que representan formas de organización humana correspondientes a un determinado desarrollo de las fuerzas productivas. Del mismo modo, y coexistiendo con estos, se encuentran concepciones alternativas que expresan los intereses de nuevas clases emergentes, pero aún no hegemónicas, así como los enclaves y concepciones residuales del antiguo régimen. El abordaje del liberalismo, como concepción ideológica y proyecto histórico, no escapa a sus previas determinaciones, que se tornan imprescindibles para comprender el devenir de la sociedad capitalista y una nueva época histórica: la modernidad…”
“En lo que concierne a la comprensión del método lógico-dialéctico del materialismo filosófico, la conclusión de Lenin sigue siendo certera y vigente hasta el día de hoy. La cuestión rebasa con creces los límites de nuestras subjetividades individuales, de la erudición y el talento demostrados, del prestigio académico justamente ganado y reconocido. Se trata de un tema lo suficientemente complejo para haberse apagado, a merced del tiempo, en el interés de la comunidad científica. Es, por demás, una tarea digna del mejor organizado esfuerzo transdisciplinario…”
(Síntesis de dos capítulos del libro Sociedad civil y poder en Cuba. Colonia y poscolonia, Siglo XXI, Madrid, 2006).
“Después de 1898, y con más amplitud desde 1902, bajo el régimen constitucional, la posibilidad de expresar opiniones propias, de actuar e incluso desafiar el poder desde asociaciones voluntarias se amplió, venciendo hábitos y restricciones legales. Durante la primera intervención norteamericana y las dos décadas iniciales de la República, el país gozó de una amplia libertad de expresión, reunión y asociación; la prensa se desarrolló sin demasiados frenos y se multiplicó el número y la variedad de sociedades, ampliándose a los veteranos de las guerras, a las sufragistas, a las iglesias, a los trabajadores, etc. Los periódicos, las revistas, los libros, se convirtieron en portavoces e instrumentos de confrontación...”
“El desarrollo de la sociedad civil en Cuba se ha convertido en un tema bastante debatido. Para muchos, y especialmente para los grupos de derechos humanos, las organizaciones de disidentes representan su resurgimiento y un intento por parte de las autoridades cubanas de invalidarla; mientras que los de la izquierda alegan lo contrario. La cuestión va mucho más allá. En el estudio que presento se aborda el contexto del desarrollo de la sociedad civil en Cuba, a partir del surgimiento de grupos revolucionarios en su seno, a raíz de la revolución de 1959 hasta la actual oposición, auspiciada y financiada por los Estados Unidos, al gobierno comunista…”
Panel dedicado a la caracterización de la cultura política existente en Cuba después del golpe de Estado de 1952 y justo antes del 26 de julio de 1953; es decir, cuáles eran los valores, la opinión pública, las actitudes hacia los problemas de la esfera pública, el consenso, la movilización de la sociedad civil y en qué contexto internacional tenían lugar estos fenómenos.
“La medicina ya no se coloca solamente en la taxonomía de las enfermedades, somáticas o mentales, y en el saber que se les opone. Revela que la referencia a ella ya no tiene límites para la apreciación de los comportamientos de una persona, o de las maneras de ser de un grupo o una población. Esta extensión de la medicina que está siendo convocada, bajo una forma real o alucinatoria, a todos los niveles de nuestra existencia, desde el nacimiento a la muerte, sugiere una obsesión por la normalidad. El desarrollo de la cultura biomédica y la medicalización de nuestras actividades corporales y mentales suponen una búsqueda de la normalidad corporal y mental…”
“La antropología médica está transformando el enfoque que se requiere en salud pública para combatir enfermedades enraizadas en problemas sociales, tales como las infecciosas. El surgimiento del SIDA hizo aún más evidente que aplicar la tecnología médica y los conceptos de riesgo epidemiológico sin considerar el contexto social y económico sería insuficiente para abordar la epidemia. El SIDA, reflejo de la pobreza, de la desigualdad social y de la discriminación, fue considerado desde el principio un problema de derechos humanos. Aunque todavía falta mucho trecho por recorrer, las ciencias sociales y la medicina están, por fin, dialogando…”
(Conferencia impartida en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, el 31 de julio de 2006)
“Hace más de 25 años, la Asamblea Mundial de la Salud, alarmada frente al panorama de las disparidades crecientes en la situación de salud de los países, proclamó la meta de “salud para todos” como un llamamiento a la justicia social. En las décadas que han pasado desde entonces, hemos visto debilitarse progresivamente las estructuras del Estado de bienestar y avanzar la crisis de la seguridad social. Desde los 80, las reformas del Estado se han sucedido con una pugna entre la democratización y la descentralización empujadas desde lo político, y el predominio de modelos macroeconómicos basados en el Consenso de Washington…”
“Este artículo solo persigue describir e identificar problemas; pero para tratar de contribuir a alcanzar objetivos superiores y más abarcadores en las ciencias médicas. Se trata de problemas en los que no nos detenemos con frecuencia, y que a veces parecen casi resueltos; en los que no se necesita invertir mucho tiempo. El completo bienestar físico, mental y social del hombre es un objetivo imposible de alcanzar siquiera telúricamente, pues la solución de un problema o de una necesidad implica siempre la generación de otro…”
Invitado por Temas a valorar el surgimiento, la evolución y el futuro del sistema de salud pública cubano, el doctor Francisco Rojas Ochoa, gestor eficaz de un buen número de servicios y programas nacionales de salud en Cuba y en América Latina y Premio de la Organización Panamericana de la Salud en Administración 2005, habla, desde su lógica y experiencia, sobre algunos problemas claves de esta esfera de lo social, desde una perspectiva crítica cargada de propuestas.
“E l panorama de la droga a nivel mundial es verdaderamente alarmante. Se considera que existen 200 millones de personas que han consumido drogas ilegales, cifra que se incrementa cada año. En Cuba, pese a los esfuerzos realizados por las autoridades, se ha creado un incipiente mercado interno de drogas debido a dos causas fundamentales: la primera responde al turismo, mediante el cual, aunque de manera reducida, se fueron introduciendo diferentes tipos de drogas y, con ellas, una cultura de su uso y abuso…”
“En el ámbito profesional, con no poca frecuencia se sigue abordando la sexualidad desde una posición totalmente terapéutica y dirigida a curar (algo muchas veces irrealizable) el síntoma sexual que se presenta. A veces se enfoca el tema solamente desde una perspectiva psicológica, de información, de educación, sin brindar indicaciones precisas de cómo mejorar la ejecución sexual y la capacidad física en general…”
Este panel discute la problemática del consumo en sus dimensiones económica, social y cultural. ¿Cómo se genera el consumo en el mundo contemporáneo globalizado? ¿En qué medida el consumo tiene una significación directa en los grupos sociales, según sus diferencias? ¿Hasta qué punto es algo extensible al mundo entero de acuerdo con las características del sistema social?
“De la ciudad industrial del XIX a las llamadas ciudades globales del XXI han trascurrido algo más de ciento cincuenta años de observación social. Me interesa rescatar aquí las principales transformaciones actuales, sus continuidades y rupturas con los modelos anteriores y los posibles efectos sociales de estos cambios. Para ello, me concentraré en un fenómeno de renovación o gentrificación recientemente ocurrido en mi ciudad, Buenos Aires…”
¿A qué llamamos familia desde los puntos de vista sociológico, jurídico, de la vida cotidiana, y en qué medida la definición que tenemos de ella abarca la heterogeneidad de tipos de familia realmente existentes, su composición, la diversidad de roles de sus miembros, la situación social, el papel que tiene en la reproducción económica y de patrones de vida y culturales? Temas reunió a juristas, sociólogos, psicólogos sociales y estudiosos de la cultura de la familia, para debatir, a partir de las intervenciones de un panel de especialistas, un grupo de problemas relacionados con la legislación familiar.
¿Cómo explicar Temas a quien no la conozca? ¿En qué medida el nivel del análisis y el debate críticos de la revista se han podido sostener en el tiempo? ¿Cómo medir su alcance, dentro y fuera de Cuba? ¿Cuáles han sido sus limitaciones e insuficiencias? ¿Cómo cumplir plenamente su misión en el presente y futuro inmediato? Colaboradores, acompañantes, lectores, usuarios, miembros de la familia de Temas desde sus inicios e incorporados en el camino, junto al público asiduo al espacio Último Jueves, juzgan e intercambian impresiones acerca del proyecto de la revista, a los veinticinco años de su primer número.
“Se sobrentiende que los estudios socioculturales sean, por su propia naturaleza, de carácter multivalente, al declarar la necesaria integración de dos objetos de conocimiento en uno solo. Sin embargo, aunque tal supuesto propone una juntura, es pertinente establecer las debidas matizaciones. De lo expuesto se colige que toda sociedad genera una cultura propia que repercute en la socialización de los implicados en ella. Así, la relación sociocultural se torna en una calle con idas y vueltas permanentes: sociedad-cultura-sociedad…”
El discurso de la modernidad sobre el desarrollo es una verdadera falacia y, por tanto, (re)pensar el desarrollo desde el sur y desde lo rural impone una deconstrucción sobre las ideas eurocéntricas, para ubicarnos desde otras epistemologías y prácticas, incluida la fractura que coloca una lectura feminista, que permiten la re-configuración de cómo pensamos el desarrollo rural y las ruralidades fuera de los márgenes del legado de la Revolución Verde.
Se analiza el problema del reconocimiento de los territorios indígenas en la legislación mexicana, y el deber que tiene el Estado mexicano de cumplir con el convenio 169 de la OIT para proteger las tierras y territorios de esos pueblos, así como que tengan mecanismos de defensa de sus tierras y recursos naturales ante los embates de los megaproyectos promovidos por el Estado o empresas privadas.
Se analiza críticamente la legislación cubana sobre las cooperativas agrarias en lo concerniente a la solución de conflictos en ellas, así como la posición predominante en la práctica judicial. Se demuestra la necesidad de modificar la nueva legislación y su aplicación para garantizar su correspondencia con los preceptos de la Nueva Constitución, las tendencias de la doctrina y la legislación a nivel internacional, garantizando el derecho de acceso a la justicia y la posibilidad de acudir a los métodos alternativos de solución de conflictos, para favorecer la seguridad alimentaria y el desarrollo rural sostenible.
Se analiza la relación entre extensionismo rural, cooperativismo agrícola y agricultura familiar y se examina los nuevos elementos que hoy permean esa relación. A diferencia del pasado, la relación entre extensionismo rural y cooperativismo tiene como horizonte la posibilidad de ampliación de los espacios de participación democrática, al permitir el reconocimiento de la importancia de la agricultura familiar, aunque pesen sobre el futuro de esas prácticas sociales las incertidumbres de la actual coyuntura política.
Los debates contemporáneos sobre las temporalidades múltiples que marcan la vida de las sociedades y los individuos sugieren una perspectiva novedosa para entender la vida en los centrales azucareros cubanos en la actualidad. El texto, basado en quince años de investigaciones, propone la existencia de una tipología de centrales resultante de los cambios posteriores a la reestructuración de 2002, y reflexiona sobre las perspectivas de desarrollo sociocultural basadas en la agroindustria.
La baja representación femenina en los órganos de autogestión del pueblo y sus aspiraciones políticas y sentido de empoderamiento; los problemas institucionales: fraudes e irregularidades en las elecciones, falta de atención gubernamental a la promoción de sus roles políticos, incapacidad de las organizaciones femeninas patrocinadas por el Estado para influir en la gobernanza local, son elementos que contribuyen en la sub-representación e inadecuada participación de las mujeres, en el autogobierno de un condado de la China oriental.
Se defiende la necesidad de reconocer que los procesos económicos y sociales en marcha provocan brechas entre asentamientos rurales, según estos logren acogerse a los beneficios y propuestas de las transformaciones. Entre los factores condicionantes se tratan los recursos naturales, la cantidad de población, la distribución espacial de asentamientos, el empleo rural, y la conectividad.
Se ofrece un avance de una investigación más amplia acerca de la ganadería en Cuba y sus implicaciones socioambientales entre finales de la Segunda guerra mundial y el Período especial. Y se centra la atención en las estadísticas existentes acerca de la producción de leche al triunfo de la Revolución de 1959 y sus distorsiones por motivaciones políticas, en un contexto caracterizado por los debates, las políticas y las acciones para ampliar el consumo de proteína animal como símbolo del salto hacia el desarrollo económico.
Identifica las características del comportamiento actual de las Cooperativas no agropecuarias (CNA), recientemente creadas; detecta aproximaciones a la corriente denominada economía social y solidaria, dentro de este movimiento; esboza los escenarios futuros posibles para esta modalidad de actividad económica en Cuba.
¿Qué es el capitalismo de las plataformas digitales? ¿Cómo las redes sociales están cambiando estructuralmente el desarrollo de empresas y organizaciones? ¿Qué implicaciones tiene el llamado “trabajo digital” para el desarrollo de sociedades modernas? ¿Cómo afecta este a las relaciones sociales, los derechos laborales, el salario, el mercado, etcétera? Cuatro estudiosos de la comunicación debatieron estas interrogantes junto al público de Último Jueves.
“El relativo abandono por las ciencias sociales contemporáneas del estudio de un fenómeno social y cultural de la importancia y riqueza del deporte, resulta de la mayor pertinencia epistemológica y metodológica. Es necesario enfocar las prácticas deportivas por encima del tradicional discurso vivencial, laudatorio o estadístico, y pensarlas como espacios con enormes poderes de convocatoria (muy superiores a la mayoría de las concentraciones políticas en el mundo actual); áreas donde se producen y discuten discursos identitarios, de clases, razas y géneros; territorios para la producción de socialización y para la liberación eufórica de pasiones colectivas, que solo encuentran su semejante en la cultura popular en los grandes conciertos de rock o salsa…”
“La sociedad del conocimiento es un campo de diversas interpretaciones. Para algunos, solo se ha alcanzado parcialmente; para otros, es un referente, una aspiración; y para otros más, estamos en ella plenamente, y por tanto reflexionar al respecto sería hacerlo sobre la sociedad en que se vive, con todas las múltiples variantes y complejidades que esto supone. Es también plantearse qué sociedad del conocimiento nos es relevante a nuestras necesidades, intereses y fines...”
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