Este ensayo analiza cuatro cortos de la serie animada cubana El Negrito Cimarrón, creada por Tulio Raggi en la década de los 70. Se propone que, a través de la representación del cimarronaje en Cuba y su contexto socioeconómico, Raggi insertó en la televisión cubana para infantes una imagen decolonial y crítica de los orígenes de la nación. Esto es coherente con el resto de su obra, la cual abarca más de sesenta títulos como director, codirector o guionista y un interés sistemático en los temas de dinámica social y divulgación científica. Se lee el contenido de estos cortos en diálogo con textos historiográficos como El Ingenio de Moreno Fraginals y de producciones de ficción histórica interesadas en la resistencia a la esclavitud en América Latina, como La última cena y Queimada.