“El campesinado, en tanto que sus actividades humanas se desenvuelven en un medio de economía familiar y social, integra un segmento poblacional de la sociedad civil, con una visión individual y comunitaria acerca de sus intereses y objetivos de sobrevivencia, percepción que define y determina sus relaciones con el ecosistema donde habita y del cual obtiene los medios para subsistir. Los hombres y mujeres del campo han adoptado códigos de comportamiento basados en los valores que les son intrínsecos, y que difieren de los urbanos. Esto no significa que esa cultura sea mejor o peor que otras; sencillamente es diferente…”