El texto pretende comprender cómo la globalización se está delineando en la esfera cultural, específicamente en el fútbol, que a partir de los años 30 y los 40 fue incorporado como uno de los elementos de la nacionalidad brasileña y ha sido caracterizado por sus pensadores como portador de una identidad propia que lo distinguiría frente a otras naciones. En ese sentido, cabe preguntar si, frente a un mundo globalizado, este deporte ya perdió la identificación como el «alma nacional» o si esta persiste, «sirviendo» como producto cultural brasileño (si es que podemos llamarlo así) que, por bueno, es mundialmente exportado.