jueves, 21-11-2024
Este somero recorrido por algunas temáticas y autores propone una reflexión sobre la crítica y el ensayo literarios de la diáspora cubana e intenta definir, además, asuntos de interés para la discusión teórica acerca de cómo abordar esa literatura extrafronteriza y su relación con el canon cubano.
“Hasta 1987, fecha de la publicación de la Bibliografía Onelio Jorge Cardoso, in memoriam, habían sido publicados treinta y ocho libros del autor, entre ellos selecciones, reediciones, compilaciones. Relatos suyos aparecen en veintitrés antologías de cuentos publicados en Cuba y treinta y tres en el extranjero. Después de esa fecha he podido conocer de veintidós publicaciones de su obra, sin que pueda asegurar que son las únicas. øCómo se ha comportado la crítica ante estas producciones? Si bien la Bibliografía de Tomás Fernández Robaina recoge más de cien estimativas y posteriormente han aparecido otras, la mayoría no responde a un verdadero trabajo crítico; son reseñas o crónicas periodísticas sobre el autor y su obra, debidas bien a la salida de un nuevo libro o algún otro acontecimiento relacionado con el escritor. El resto, sin embargo, ofrece datos de interés para medir la evolución de las apreciaciones sobre la cuentística de Onelio Jorge. El corpus crítico para este análisis lo constituyen alrededor de veinte textos representativos de esa evolución…”
“La película La bella del Alhambra, dirigida por Enrique Pineda Barnet y basada en la novela Canción de Rachel de Miguel Barnet (quien también es coautor del guion), es una obra que tematiza de manera extrema el cuerpo de la mujer como objeto-fetiche de la mirada masculina. Pero la seducción nunca se da en el vacío, y este filme no es una excepción: vemos a la protagonista hacerlo siempre en situaciones que conllevan todo un complejo ideológico, en el cual sobresale la problemática de la simulación, y donde cabe cuestionar los fundamentos del machismo, el clasismo, el sexismo y la homofobia…”
“Lo no-dicho --en una obra de artes plásticas, lo no-visto-- está tan cargado de intensidad como lo presentado ante nuestros ojos; lo inasible se hace manifiesto en nuestra percepción del texto visual por medio de recursos formales que matizan y conforman la composición de la pieza. Para captar y desentrañar el significado de tales ausencias, el paratexto que es el título dado por el creador (o por el curador o el editor) a la obra, resulta a menudo imprescindible…”
“Si los años 60 nos ofrecen un campo literario efervescente y renovado en su confirmación continental, urge reconocer, treinta años después, la labor inconclusa de la certera y entusiasta crítica literaria acompañante de aquella producción, que legitima su condición de «clásica», de corpus ya establecido en la tradición literaria latinoamericana. Buena parte de esa producción crítica, por su incuestionable solidez, también ha ingresado a este corpus; sin embargo, contrariamente al modo en que valoramos las grandes obras literarias producidas entonces, hoy reclamamos de aquel discurso crítico-literario su capacidad de actualización, de continuidad; lo cual sería, más que pedir otro tipo de recepción, la mejor manera de comprobar el alcance que tuvieron, tienen o tendrán todavía muchas de aquellas propuestas analíticas: el reclamo consiste en una lectura actualizadora, que nos permita reciclar las ideas y aportes (conceptuales, teóricos, metodológicos, etc.) con que ese discurso podrá o no insertarse en la actual evaluación del campo literario latinoamericano…”
“En los últimos años del siglo xx, hubo un cambio significativo en la sensibilidad y las perspectivas de críticos y artistas. De hecho, me atrevería a decir que se está gestando un nuevo tipo de trabajador cultural, asociado a políticas de la diferencia. Estas nuevas formas de conciencia intelectual permiten vislumbrar una reconcepción de la vocación de crítico y artista, que trata de socavar las divisiones del trabajo prevalecientes en la academia, los museos, los medios masivos de difusión y las redes de galerías, aunque mantienen modos de crítica en ubicua comercialización de la cultura en la aldea global. Los rasgos que distinguen a las nuevas políticas culturales de la diferencia son condenar lo monolítico y lo homogéneo en nombre de la diversidad, la multiplicidad y la heterogeneidad; rechazar lo abstracto, lo general y lo universal, a la luz de lo concreto, lo específico y lo particular; e historiar, contextualizar y pluralizar, poniendo énfasis en lo contingente, lo provisional, lo variable, lo tentativo y lo cambiante…”
Reseña crítica del artículo «El abrigo de aire», de Antonio José Ponte, publicado en la revista Encuentro de la Cultura Cubana (Madrid, 2000)
“Si «El abrigo de aire» hubiese intentado una desacralización de Martí según la tesis de «no levantar estatuas para que no se nos pierda el hombre en el mármol», podría haberse asumido como un punto de vista, discutible o no, en la siempre difícil tarea de enfrentar el pasado. No es el caso: estamos ante un intento de banalización de la figura más importante de la historia de Cuba y de uno de los pensamientos más trascendentes de nuestro continente. Un intento que, por lo magro de sus argumentos y la brevedad del análisis, resulta ridículo…”
“Desentrañar los motivos dominantes en la obra de Humberto Solás ha derivado, con demasiada frecuencia, en la simplificación. Sobredimensionar el interés del cineasta por el pretérito obstruye el análisis de sus filmes como portadores de observaciones transferibles al presente. Solás fue el primero de nuestros cineastas en defender ardorosa y racionalmente la plena vinculación de la mujer al núcleo activo de la sociedad, sin obviar las desgarraduras, renunciamientos, empachos de «nueva» moral, e incluso soledad y frustración que necesariamente conlleva tal integración…”
“Por fortuna, durante las dos últimas décadas los estudios sobre la obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda se han incrementado de manera notable. Podría afirmarse que es una autora de moda en los medios académicos, especialmente de los Estados Unidos. Y este resurgimiento se debe, sin lugar a dudas, al desarrollo de la crítica feminista y su radical reelaboración del canon literario. Esta ha sabido valorar el compromiso —enraizado firmemente en la calidad estética— de la prolífica autora cubana, y su ubicación en la primera línea de la literatura hispanoamericana del siglo XIX…”
“El objetivo de este trabajo no puede ser el de presentar, en unos cuantos y apretados brochazos, la obra de Michel Foucault. Contra ello conspira su vastedad y complejidad. Como tampoco lo es el de hacer la historia de su recepción en Cuba, porque apenas se ha dado. Lo peor no es que para muchos de nuestros intelectuales el nombre del teórico francés sea una referencia exótica, sino que el eje de sus preocupaciones —los efectos constitutivos del poder y la dominación sobre todas las formas de actuación y pensamiento humanos, la relación entre el poder y la construcción de los saberes y los modos del pensamiento, el estatuto epistemológico de la política y las funciones políticas del conocimiento—, constituya para ellos un continente no ya inexplorado, sino ni siquiera sospechado. Enclaustrados en la mazmorra gnoseológica de las ciencias sociales, la importancia de la teoría crítica y de sus principales cultores sigue sin motivar a los que no saben o no quieren saber la significación de la reflexión sobre las condiciones de posibilidad de las producciones humanas…”
(Fragmento de un ensayo mayor, presentado en el Festival de Cine de San Sebastián, 2003) “El caso de Fernando Pérez no deja de resultar, cuando menos, extravagante. Lo envidiable de su obra está en esa disposición para recuperar aquella radicalidad perturbadora que hizo del cine cubano, hacia la sexta década del siglo anterior, un prototipo insospechado de creatividad, sin que el gesto signifique un proceso regresivo. Y es más sorprendente aun cuando se recuerda que sus dos primeros filmes (Clandestinos, 1989; Hello, Hemingway, 1990), lo anunciaban como un director más bien con preferencias por el cine de género.
(Premio Temas de Ensayo 2003 en la modalidad de Humanidades) “Aunque la abundancia de textos que examinan al cine cubano pudiera sugerir lo contrario, no existe entre nosotros una verdadera diversidad de enfoques historiográficos. Quiero decir, hay abundancia de libros y artículos, mas todos se parecen en aquello que enuncian, resultado de que casi todos han escogido el mismo método para aproximarse a los hechos. El grueso de nuestros estudios sobre cine cubano prescinde de la especulación teórica, y le concede la máxima y única jerarquía de valor a la apreciación fáctica, como si el dato en sí fuera capaz de avalar «científicamente» aquello que se intenta describir o demostrar...”
(Premio Temas de Ensayo 2004, en la modalidad de Estudios de Arte y literatura) “Las narraciones cortas de Cintio Vitier se comprometen con lo insólito, sin dar explicaciones o justificaciones a los hechos, sin recurrir a la magia o a la fábula, como sus antecesores. Los hechos siempre tienen un referente objetivo, y una pequeña vibración interna los conduce al sueño. Una vez allí, sin un acuerdo previo, adoptan una extrañeza particular, como si entraran en la dimensión onírica y no dependieran de ella, sujetos por una lógica interior que los hace transitar de nuevo hacia una variación de lo ignoto, una semántica que ni siquiera el desorden de un sueño puede explicar…”
“La producción de Severo Sarduy no puede entenderse en la fragmentación de cada uno de sus discursos, como tampoco en el todo, en el cuerpo homogéneo y funcional. Como en una catedral barroca observada desde lo lejos, detener la vista en una voluta es casi un imposible sensorial, tanto como atrapar el conjunto en fuga. Esto —tautología pura— significa que identificar su obra, elaborar una narrativa (una más) de sus procedimientos constructivos o temáticos, de su inserción en la literatura o de su evolución, sistematizar un cuerpo de análisis, es apelar al dibujo armónico de una identidad, y no al «reflejo pulverizado» del logos que pretende el neobarroquismo sarduyano…”
(Reseña de Rodar el coco. Proceso de cambio en la santería, de Lázara Menéndez) “Rodar el coco. Proceso de cambio en la santería, de Lázara Menéndez, permite entender cómo una particular identidad se extiende desde África por todo el Occidente, no solo en sus expresiones artísticas, sino en sus cosmogonías y sus más diversas connotaciones religiosas. Habla del papel que la diáspora africana ha desempeñado en la expansión occidental de tales valores culturales y religiosos nacidos en África y preservados fuera de allí, a golpe de ocultamientos, simulacros, negociaciones y renovaciones que los han convertido en nuevos productos, ideas, cosmovisiones y culturas…”
(Reseña de Un hombre solo y una calle oscura, de Rufo Caballero, Ediciones Unión, La Habana, 2005)
“Caballero ha expandido el aliento y cobrado (recobrado) un tono que siempre fue el suyo: el relampagueo de las ideas en sincronías jugosas, y de las formas expresivas que identifican al ensayismo genuino. Un hombre solo y una calle oscura, título con el que alude a la arquetipicidad imaginal de todo un género (yo diría más: todo un orden artístico), se constituye en uno de esos ensayos que cortan la respiración porque comprometen nuestro juicio acerca de las realidades finales de la conducta…”
(Reseña de La magia del laberinto, de José Alberto Lezcano, Ediciones Loynaz, Pinar del Río, 2005)
“José Alberto Lezcano muestra uno de los pensamientos más serios, sólidos y refinados que se dejan sentir hoy en el discreto panorama de la crítica de cine en Cuba. Durante no pocos años, este maestro ha publicado sus artículos y ensayos en la revista Cine Cubano; pero es ahora que nos entrega su primer libro: La magia del laberinto, de una madurez analítica y especulativa fuera de la menor duda…”
“A Carilda Oliver Labra se le ha asociado en ocasiones con una serie de símbolos sexuales. Semejante aproximación no toma en cuenta la calidad de su poesía. Lamentablemente, la mayor parte de la crítica ha suscrito esa visión, calificando su quehacer de erótico cuando no de cursi, y llegando a compararlo con la novela rosa, el folletín radial o la telenovela. Esa perspectiva no presta atención a otro elemento clave de su obra, y que debe tener muy presente la crítica feminista que buscamos desarrollar: que la poesía de Oliver Labra no deviene solo profundamente feminista sino también antimperialista, contraria al neocolonialismo que ha afectado a Cuba a lo largo y ancho del siglo XX…”
Realizar la edición crítica de las obras completas de un autor determinado es un método idóneo para llegar a conocerlo profundamente. Una edición crítica es una aproximación totalizadora al autor, su obra y su tiempo. El nivel de complejidad de este proceder investigativo, su enfoque interdisciplinario, nos lleva al trabajo en equipo. En este artículo se valora la experiencia al respecto en la edición crítica de las Obras completas de José Martí.
“A principios de 2006, The New York Times convocó a doscientos críticos, escritores, editores, autoridades del mundo literario para que eligieran la mejor obra de ficción de los últimos veinticinco años en los Estados Unidos. La primera posición, como se esperaba en ciertos círculos, correspondió a Beloved, de Toni Morrison. No obstante, no es propiamente el contenido de la encuesta lo que me interesa examinar ahora, sino un momento del debate que tuvo lugar más tarde en las páginas del diario digital. Después de publicados los resultados de la encuesta, The New York Times invitó a dos novelistas (Jane Smiley y Michael Cunningham) y dos críticos (Stephen Metcalf y Morris Dickstein), para que durante cinco días intercambiaran, en directo, sus impresiones sobre el sondeo a manera de foro on line…”.
“El cine homoerótico tiene ya una historia. En el principio, sin embargo, no fue el verbo. La sintaxis fílmica rechazaba los abordajes directos, y ofrecía circunloquios que el buen entendedor no necesitaba descifrar demasiado. Las obras del dramaturgo norteamericano Tenessee Williams o de coterráneos suyos, llevadas a la pantalla en los años 50, resultan ejemplos elocuentes de ello. El equivalente femenino del cine gay tiene antecedentes todavía más remotos…”
“Cuentan que Ana Mendieta iba con frecuencia a las playas del sur de la Florida y dibujaba figuras en la arena para que el mar, al lamerlas, las trajese hasta las costas de Cuba; metáfora del viaje, la mayor expresión del cruce de culturas e identidades desde que el hombre hizo su aparición sobre la tierra. De un viaje tratará esta incursión en el arte cubano de los últimos años, un viaje en numerosas direcciones y sentidos; arte en continuo movimiento, condicionado por las circunstancias históricas y políticas de su contexto nacional y por los dictados de las tendencias, modas y el mercado del arte en el universo mayor…”
Entrevista a Margarita Mateo Palmer, a propósito de su libro Ella escribía poscrítica (Letras Cubanas, 2006). “La crítica está obligada a analizar un fenómeno y dar un juicio lo más objetivo posible. Mientras que la literatura sería expresión de la subjetividad, vuelo de la imaginación... Ya la literatura es ficción, en el caso de lo que yo he hecho hasta ahora no es tanto ficción como testimonio, encubierto tras la máscara de la ficción. Pero es algo que sale de ti mismo, y de tus experiencias. La crítica es lo contrario, tú miras hacia el texto y entonces hablas en función de lo ya escrito, mientras que en la literatura ya tienes del lado de acá lo que vas a decir, y lo llevas al texto…”
“En la obra de Pedro Juan Gutiérrez tenemos la existencia de un nivel paralelo, un mundo que desconoce al otro y sin embargo convive con él, una experiencia vital y existencial de sectores dispersos que no viven la marginalidad como resultado del rechazo, el claustro o el encierro, sino que actúan en una especie de subcultura, favorecida en este caso por sus deplorables condiciones económicas. Ahora no estamos en presencia de pequeñas ventanas, abiertas de pronto a una singularidad, sino de espacios autónomos, parcelas y zonas de silencio que conviven en aparente armonía con el mundo de la corriente principal…”
Un análisis de las ideas de Rufo Caballero respecto a la cultura contemporánea y su reflejo y manipulación por el arte, en función de explicar la presencia de una estrategia en su crítica, de carácter empírico y transdisciplinario, enfocada en torno a la sociedad, el sujeto y sus prácticas sociales. Se valora su estudio de la realidad social por medio de la crítica de arte como resultado del marcado carácter antropológico y de indagación social de las nuevas propuestas artísticas.
(Reseña crítica de la novela Irish Coffee, de Alejandro Álvarez Bernal, Letras Cubanas, La Habana, 2006) “Un volumen dotado de singular atractivo no solo por ser la más reciente entrega de su autor, cuya labor ha sido objeto de numerosos comentarios y estudios críticos, sino también por constituir un acercamiento a una realidad histórica que pisa los talones a la nuestra: la década cubana de los 80. Irish Coffee propone al lector una mirada a la sociedad cubana de esa década ya pasada, pero no suficientemente repasada y, por tanto, tampoco agotada...”
A propósito del 110 aniversario del natalicio de George Orwell, el ensayo ofrece una evaluación biográfico-crítica en la que predomina la actitud social del escritor. Además, sobresalen las valoraciones del autor del texto, las que –para el lector-- contribuyen a una mejor comprensión tanto de la vida como de la extensa obra de Orwell.
El artículo reconstruye y analiza la vida y obra de François Houtart, dando cuenta de la articulación creativa entre sociología urbana, sociología de la religión y activismo sociopolítico, que lo condujeron a constituirse en referencia mundial de la Teología de la Liberación y las luchas mundiales anti–capitalistas y anti–globalización, cuya última expresión la constituye su propuesta del Bien Común de la Humanidad.
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