jueves, 21-11-2024
39-40
Cómo suena la música cubana
Celebramos los diez años de Temas con este número especial dedicado a la música, el más evidente sello identificativo de la cultura cubana y su mejor puente con el mundo. Desde los siglos coloniales --aun antes que otras manifestaciones de la cultura artistica--, la música de la Isla fue definiendo su nacionalidad, a partir de la particular asimilación y mezcla de las raíces que le dieron origen y de todos los aportes que, como cazuela de ajiaco, recibe y convierte. La relación entre música y sociedad atraviesa los ensayos reunidos aquí. Desde los grandes géneros que han hecho soñar o bailar a varias generaciones, hasta la evolución de la música de concierto; desde el lugar que ocupa en el mercado de la world music hasta los avatares de la canción y la timba; desde la conciencia critica de los creadores musicales hasta las sonoridades en la obra literaria de Carpentier. Este periplo no visita todas las estaciones que merecerían considerarse, sino solo algunas en este vasto territorio de la música cubana, que está, como quería José Marti, «perpetuamente palpitando en el espacio».
Enfoque
“El XIX fue el siglo en el que se definen los primeros géneros musicales cubanos, a la vez que los indicios de un nacionalismo musical, que en la segunda mitad del siglo queda totalmente consolidado, representado por los compositores Manuel Saumell, José White, Nicolás Ruiz Espadero, Ignacio Cervantes y Miguel Faílde. La contradanza y el danzón fueron sus elementos germinadores…”. El artículo aborda la creación y las características de los géneros musicales del siglo XIX y la primera mitad del XX: habanera, contradanza, danzón, guaracha, rumba, son, bolero, mambo, chachachá y mozambique.
“Heredada de la ancestral Europa, aún en las dos primeras décadas del siglo XX la música de concierto creada en Cuba mantendría el apego a las normas estéticas procedentes del romanticismo europeo finisecular, aunque algunos compositores ya manifestaran expresiones de acento nativo. Sin embargo, una vez terminada la Primera guerra mundial, se produjo en el pensamiento intelectual cubano una vertiente de afianzamiento de la identidad cultural como coherente reflejo del resurgir de la conciencia nacional. Tradición, modernidad, folklorismo, asimilación foránea, exclusión, integración, entre otros, fueron términos alrededor de los cuales, a modo de puntos de referencia, comenzó a girar desde entonces el problema fundamental de la cultura cubana: la definitiva afirmación de una identidad propia desde el modo de expresión contemporáneo…”
“Una visión sistémica de la cultura debe concebir al ser humano como una entidad que existe también en el espacio social. Este enfoque permitirá analizar las interacciones que se producen entre culturas y seres humanos, tanto en el interior de un espacio como en su relación con sujetos ubicados en otros. Cualquier análisis acerca de la cultura (musical en este caso) que pretenda ser esclarecedor, debe partir también de esa premisa, pues toda cultura musical lleva en sí misma «objetivadas» las dinámicas socioculturales que caracterizan al tipo de comunidad donde el sujeto creador de la cultura desenvuelve su vida…”
A partir de sus viajes entre Italia y Gran Bretaña, y visitas a Cuba, el autor intenta entender la posición de la música cubana vista desde Europa y su relación con los mercados musicales y los diferentes públicos del mundo y su posible inclusión en la categoría world music.
“Definir la timba es una tarea harto difícil, pues no se escribe con notas musicales. Se trata más bien de una combinación de estilos musicales, de tendencias creativas en las que imperan tres fuentes sonoras principales: el jazz, fundamentalmente el latino y el afrocubano; la rumba y, más que todo, lo que algunos musicólogos y rumberos hoy definen como rumba guarapachanguera; y el complejo del son en toda su extensión. Por eso en su ejecución funciona más un libre albedrío organizado que la inspiración aleatoria, como muchos pudieran pensar…”
El autor expone algunas ideas a las que ha ido arribando sobre el quehacer de una zona de la música cubana (que él llama canción cubana contemporánea), insertada en el nuevo pensamiento sociocultural surgido en el país durante el decenio de los 80 con la irrupción de quienes habían nacido en los 60 a los primeros planos de la actualidad nacional.
“Tuve que pensar mucho antes de decidirme a entrevistar al maestro César Portillo de la Luz. La fama de su personalidad polémica, bien ganada, era un desafío. Pero siempre ha sido consecuente con su manera de pensar, sin dejar de ser un hombre comprometido con su tiempo. Con esos antecedentes, corrí el riesgo. En su casa, café en mano, compartimos su preocupación por Cuba, el destino de la música y el amor; su público, al que no ha abandonado durante sesenta años, hablando con su voz, enfrentándose, denunciando y escribiendo…”
“El siglo de las luces «suena», como sin lugar a dudas suenan, aunque de diferente manera, todas las novelas de Alejo Carpentier, unas más que otras, por supuesto”. El autor ha conformado un corpus en el que se incluye todo lo que pudiera servir para tener una idea de la «banda sonora» de la novela, sin los diálogos de sus personajes. El estudio de esta banda sonora le ha permitido, además, proponer algunas hipótesis, que se explican en este artículo.
Controversia
¿Qué modelo de socialismo se llegó a configurar históricamente en la URSS y en Europa del Este? ¿Cómo podría describirse en relación con los acontecimientos que le dieron origen, y con los movimientos revolucionarios europeos de las primeras dos décadas del siglo XX, en donde muchos de esos procesos tuvieron antecedentes? ¿Qué expresiones anunciaban la crisis?, ¿qué factores desencadenaron el fracaso del modelo? A propósito de los quince años de la caída del muro de Berlín, Temas invita a reflexionar sobre el conjunto de los problemas que enfrentaba el socialismo en Europa y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Entretemas
“Pensar una ciudad como La Habana a la distancia de una generación, supone un doble reto: de una parte, imaginar el contexto cubano dentro de unos decenios y, de otra, conjeturar cómo la ciudad, es decir, sus ciudadanos, van a sufrir, asumir o liderear esos cambios. La primera reacción es intentar entrever o construir un contexto a partir del cual se pueda derivar un escenario urbano como su expresión ciudadana. Pero el abanico que se abre es lo suficientemente diverso como para merecer un estudio aparte, puesto que puede ir desde los más locos sueños a los más angustiados temores. Desde La Habana deseada, añorada, esperada, defendida y reconstruida, a La Habana destruida, abandonada, asaltada y vendida por piezas al mejor postor…”
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2003, en la modalidad de Ciencias sociales) “Nos hallamos ante un fenómeno muy complejo, un mapa religioso atravesado por la heterogeneidad, en un mundo donde prevalece la incertidumbre, y muchos conceptos tradicionales son puestos en tela de juicio. Es posible que quien tenga la paciencia de leerse estas líneas, considere mi discurso demasiado pesimista. No me agrada serlo, pero me resisto a desentenderme del hecho de que el mundo no marcha por donde esperábamos. No he hecho otra cosa aquí que asomarme a esa relación entre religión y poder, que tiene tantas aristas que nunca podríamos abarcarlas. Y dejar, como siempre, más motivaciones para el debate que respuestas definitivas...”.
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2003 en la modalidad de Humanidades). “Solo a través de la oposición radical a las aberraciones políticas de los 30, Carpentier fue capaz de definir su papel de poeta doctus, dentro de una larga cadena de artistas, filósofos y escritores que, en su gran mayoría, son occidentales. Mas este poeta doctus nació y creció en el Caribe. De este origen dedujo la responsabilidad de aportar temas, figuras y reflexiones latinoamericanos a la tradición literaria europea, de por lo menos aplazar la decadencia de Occidente y hacer de ella un espectáculo impresionante, como el del árbol corrompido en medio de la selva…”
Lectura sucesiva
“En este trabajo haré una aplicación del modelo de progreso científico de Laudan al caso de las tesis sociobiológicas de Richard Dawkins. Pretendo mostrar que las soluciones que él ofrece son capaces de resolver numerosos problemas, pero no llevan a verdades. Pero entonces, ¿por qué han tenido tanto éxito? Para comprenderlo hay que analizar el fuerte grado de compatibilidad de su método y sus categorías de análisis con los de la visión del mundo en la que se encuentra inserto…”
“Durante la belle époque, lucimiento de un mundo y gran superficie que regresa a nosotros gracias a su densa realidad fonocéntrica, se fraguó la médula del modernismo hispanoamericano, que sirvió de vestíbulo, en lo que toca al territorio del lenguaje como construcción de mundos alternos y sucesivos, a la aparición de las vanguardias…”
Este comentario se enfoca en dos textos centrales para profundizar en la temática vinculada con el Caribe, sobre todo en una coyuntura mundial de reformulación geopolítica y geoeconómica, caracterizada por la hegemonía estadounidense, y en la ruta hacia la construcción de una nueva arquitectura global. Se trata de El Caribe: región, frontera y relaciones internacionales, libro coordinado por Johanna von Grafenstein Gareis y Laura Muñoz Matta y La ayuda militar como negocio: Estados Unidos y el Caribe, de Humberto García Muñiz y Gloria Vega Rodríguez. Ambas obras aportan enfoques multifacéticos que se complementan en el tratamiento de la problemática caribeña.
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