“La llamada transición política española a la democracia es, sobre todo, un hecho histórico. Treinta y dos años después de la muerte de Francisco Franco y los mismos del reinado de Juan Carlos I de España, debieran dar el suficiente reposo y el aquilatamiento de los datos históricos para conocer con cierta solvencia lo que realmente sucedió, sus actores básicos y los dilemas estratégicos que tuvieron que resolver, así como la intervención internacional en lo acontecido. Y más allá, intentar explicar por qué pasó lo que pasó…”