“Las proyecciones de un rápido crecimiento demográfico urbano sostenido en los países en desarrollo han impresionado a gobiernos y organismos de ayuda, y han sido tomadas como punto de partida para evaluar la solicitud de inversión en vivienda e infraestructura urbana –suministro de agua, condiciones de salubridad, electricidad y manejo de desechos sólidos. Las conclusiones sobre este asunto se han centrado en dos aspectos: la necesidad de encontrar soluciones al alcance de los pobres de zonas urbanas, y la débil respuesta de la oferta para la demanda creciente…”