“Lograr un centro histórico habitado, sobre todo por la población autóctona, además de su conveniencia en el sentido práctico del funcionamiento del área, en especial en lo relacionado con su seguridad, resulta un factor clave en la conservación de su autenticidad. A pesar del consenso en torno a estos principios, muchas experiencias en el ámbito de la rehabilitación de las áreas urbanas patrimoniales han mostrado resultados cuestionables…”